El gigante petrolero británico BP anunció un recorte de 25% en sus inversiones de capital este año como reacción al colapso de los precios del crudo, en particular debido a la parálisis económica causada por el coronavirus.
El consejero delegado del grupo, Bernard Looney, anunció en un comunicado que sus inversiones en el 2020 se limitarán a US$ 12,000 millones.
Esta reducción afectará tanto a la exploración como a la producción, y en particular a las actividades relativas al petróleo de esquisto en Estados Unidos, así como a la refinación.
Al mismo tiempo, el grupo llevará a cabo un programa de ahorro de US$ 2,500 millones para finales del 2021, haciendo hincapié en la tecnología digital y las sinergias entre las actividades.
También sigue en marcha su programa de desinversiones por valor de US$ 15,000 millones para mediados del 2021, aunque el grupo prevé retrasos en el cierre de ciertas transacciones previstas para este año.
Como resultado de esta crisis, sus cuentas del primer trimestre también incluirán un cargo de US$ 1,000 millones que refleja la caída de la producción y los precios.
Como las otras grandes empresas, BP se ve obligada a adaptarse a la caída de los precios del petróleo, que están en su nivel más bajo desde el 2002, en torno a los US$ 20 por barril.
Los precios se desplomaron por la caída de la demanda debido a la paralización de la actividad en muchos países y la sobreabundancia de la oferta en un contexto de guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia.
"Confío en que capeemos esta tormenta y salgamos de ella con una posición aún mejor para lograr nuestra ambición de hacer que BP alcance la neutralidad del carbono para el 2050 o antes", afirmó Looney.
Uno de los grandes competidores de BP, Royal Dutch Shell, anunció la semana pasada un plan de ahorro y una reducción de US$ 5,000 millones en sus inversiones, que se reducirán a US$ 20,000 millones este año.