En unos años, la situación en cuanto a carga de combustible en el sur de Lima será distinta. Esa es la visión de Corporación Monte Azul, que se derivará de uno de los tres proyectos que desarrolla en el país. Lo mismo pasará en el norte de Lima, ya que la idea es tener espacios logísticos que permitan atender la demanda de los clientes que ya tocan sus puertas.
En el 2018 se desprendieron de Pecsa y se abrió a una nueva etapa en negocios…
Pedro Martínez (PM): Tenemos proyectos desde la época de Pecsa y que vamos a desarrollar e implementar. Uno es el terminal de combustibles líquidos en Mollendo, el otro un terminal de combustibles de GLP al sur de Lima, en la zona de Conchán; y un centro logístico de almacenamiento en Ventanilla.
¿Cómo nace el proyecto de Mollendo (Arequipa)?
PM: En la zona sur de Lima se generaba constantemente un desabastecimiento de combustible, porque no había capacidad de almacenamiento suficiente para atender la demanda, y por las malas condiciones del mar que no permitía que los buques pudieran entrar a descargar en los terminales que operaban en Mollendo. Eso afectaba no solo al comercio, sino a la minería y la industria de la zona.
¿Cuál es el objetivo?
PM: La idea es cubrir esa demanda insatisfecha y creciente en la macrorregión sur, que crece entre 7% y 8% al año.
¿En qué consiste el proyecto?
PM: Tendrá una capacidad para un millón 100 mil barriles. La primera etapa consistió en la construcción para 600 mil barriles, con 13 tanques para diésel, gasolina y biocombustible, además de cargadores tanto para camiones como trenes, que estamos implementando. La segunda etapa será para 500 mil barriles. El proyecto constará de un amarradero multiboya con tres tuberías submarinas.
¿De cuánto será la inversión?
PM: En la primera etapa serán US$ 72 millones y en la segunda US$ 25 millones, que se financia con recursos propios de los exaccionistas de Pecsa, a través de un vehículo financiero, y Credicorp, que financiará parte del proyecto.
¿Cuándo estará operativo?
PM: Estamos concluyendo la construcción del terminal y debe estar listo entre fines de noviembre y principios de diciembre de este año. En este momento se están realizando las pruebas hidrostáticas en tanques y tuberías.
¿Cuál será el valor diferencial?
PM: Una característica del terminal es que las tuberías están a 900 metros de distancia de la costa que recibirá buques post panamax (de grandes dimensiones que, en este caso, permiten transportar combustibles líquidos) que podrán entrar a Mollendo a las instalaciones de Monte Azul sin ningún problema. Dada la distancia del amarradero de boyas y tuberías, así no haya buenas condiciones en el mar, los buques podrán descargar.
¿Ya hay clientes interesados?
PM: Tenemos dos contratos suscritos a mediano y largo plazo con Primax y Exxon Mobil, que de esta manera retorna al país. Además, acabamos de terminar un shadow rating y la capacidad que hemos obtenido es AA-.
¿Y el proyecto en Conchán?
PM: Es uno de almacenamiento de GLP y de líquidos que nació porque la demanda en Lima y zonas de influencia sur crece constantemente, y todo el abastecimiento de GLP en Lima está concentrado en la zona de Lima Norte, Callao y Ventanilla. Queremos abrir un polo en la zona sur de Lima.
¿Cuál será el alcance?
PM: El área de influencia serán los distritos de la mitad de Lima hacia el sur, así como el sur chico y el centro del país, que aliviará el tráfico en la ciudad de Lima porque los camiones no tendrán que cruzar de norte a sur para llevar el combustible.
¿En qué consiste el proyecto?
PM: Es un terminal con cuatro esferas refrigeradas para almacenar 20 mil toneladas de GLP y tanques para almacenar 400 mil barriles de combustibles líquidos (diésel, gasolina, biocombustibles), y contará con un amarradero multiboya a 700 metros de la costa que permitirá la entrada de buques para descargar los combustibles sin problemas.
¿Cuál será la inversión?
PM: Asciende a US$ 100 millones, financiado de la misma manera que en Mollendo, con capital de los accionistas, y otra parte será con búsqueda de financiamiento.
¿Cuál es el avance?
PM: Ya se desarrolló la ingeniería básica, tenemos las concesiones marítimas otorgadas y está aprobado el estudio de impacto ambiental por parte de Senace, y ahora estamos en trámites municipales para empezar la construcción y tenerlo listo en dos años y medio. Su arranque dependerá de la celeridad con que se den los permisos.
Y en el caso del centro logístico, ¿qué esperan?
Marco Brazzoduro (MB): En la zona de Callao y Ventanilla somos la única instalación como condominio logístico que se está desarrollando en Lima Norte con accesos al puerto del Callao y cercanía del aeropuerto. La primera parte de la inversión es de US$ 50 millones en almacenes abiertos y cerrados, desde 500 m2 hasta más de 5,000 m2, siendo construcciones modulares. Trabajamos para el “build to suit” (construcción a la medida).
¿Qué avance se tiene?
MB: Ahora estamos desarrollando en la primera etapa de 250,000 m2, de un terreno de 1′000,000 m2. Ya tenemos 10,000 m2 de almacenes construidos y estamos en proceso de ampliación de 30,000 m2 de almacenes adicionales. También conversamos con algunas firmas que tienen interés en almacenes refrigerados.
¿Cuánto destinarán de espacio para almacenes refrigerados?, ¿se requiere más inversión?
MB: Todo dependerá de la palabra final de las firmas que quieran ingresar. De tener los almacenes refrigerados requerimos una inversión adicional de US$ 6 millones o US$ 7 millones.
¿Están viendo otros proyectos como los de Conchán y Mollendo?
PM: En paralelo vemos otras oportunidades de negocio. Siguiendo con la tónica del almacenamiento de combustibles líquidos y GLP nos interesa el norte para desarrollar un proyecto similar. Por ahora seguimos con la mira puesta en el negocio.
¿Y en almacenes logísticos?
MB: Por ahora no, tenemos espacio para seguir desarrollando proyectos en la zona de Lima Norte.
Apostando por la tecnología
Un atributo que tendrán los proyectos en el sur del país y de Lima, es que se está aplicando última generación. Así, en el caso del proyecto de Conchán se está incluyendo láser y fibra óptica, que dará una dimensión al terminal, ayudando a la formalidad del sector, señaló Pedro Martínez.
En tanto, en Mollendo, destaca que será el primer terminal en el país que tendrá controles en base a láser y fibra óptica para prevención de derrames o los controles automatizados. “Es un terminal de última generación que terminará siendo un ‘benchmark’ para futuras instalaciones e impulsar a los terminales existentes a modernizarse”, indicó.