El fabricante de furgonetas de reparto eléctricas Electric Last Mile Solutions, en el punto de mira de un importante regulador bursátil estadounidense, ha anunciado que comienza el proceso para declararse en quiebra, menos de un año después de salir a bolsa.
La empresa, con sede en el estado de Michigan y cuyo objetivo era fabricar vehículos de reparto urbano, anunció a última hora del domingo que había solicitado el capítulo 7 de la ley de quiebras, es decir, la liquidación.
El consejero delegado de la empresa, Jim Taylor, y el presidente, Jason Luo, dimitieron en febrero tras una investigación interna sobre la compra de acciones por parte de los cofundadores antes de que ELMS saliera a bolsa.
La empresa se vio obligada a retirar sus proyecciones financieras y reconoció que sus anteriores informes financieros no eran fiables.
La dirección del índice Nasdaq, donde cotiza ELMS, puso al fabricante en aviso en abril y de nuevo en mayo por no presentar los resultados del 2021 y del primer trimestre del 2022 ante la Comisión de Valores estadounidense.
“Estoy muy decepcionado por este resultado porque nuestro equipo de ELMS demostró una increíble determinación para conseguir que nuestras furgonetas eléctricas estén listas para satisfacer la necesidad de vehículos limpios y conectados que reduzcan las emisiones de carbono del transporte terrestre”, dijo Shauna McIntyre, directora ejecutiva de la compañía, en un comunicado.
“Por desgracia, hubo demasiados obstáculos que superar en el poco tiempo disponible”, expresó.
La compañía cotiza en el Nasdaq desde finales de junio del 2021.
El precio de las acciones de la compañía se desplomó en las operaciones previas al mercado hasta los 22 centavos, una caída de casi el 58%.