(Foto: Grupo EC)
(Foto: Grupo EC)

La semana pasada, el diario La República hizo público unos audios que dejan en evidencia que algunas autoridades del Imarpe –poco después de iniciada la segunda temporada de anchoveta– compartieron datos con la industria pesquera sobre la extracción de un alto porcentaje de anchoveta juvenil y no de la especie adulta autorizada.

Los audios revelaron diálogos entre un servidor del Imarpe con un excompañero de trabajo de dicha institución y que se desempeña como ingeniero pesquero de la compañía Exalmar. Se trata de Jhon Robles Trujillo.

Imarpe, como se recuerda, reportó que había una biomasa de 8 millones 340,000 toneladas de anchoveta, por lo que se fijó en 2 millones 786,000 la cuota de extracción para la segunda temporada de pesca en la zona centro-norte.

Sobre el particular, la pesquera asegura que “no se encuentra involucrada en ningún acto irregular orientado al incremento injustificado de la cuota pesquera del recurso hidrobiológico anchoveta”.

Pese a ello, agrega que –tras la denuncia periodística– “se han activado los protocolos internos de la compañía, de acuerdo al programa de compliance, orientados a esclarecer cualquier hecho o inconducta funcional por parte de algún colaborador de la compañía”.

En ese sentido, precisa que “saluda cualquier investigación destinada a esclarecer cualquier acto irregular que se pudiera haber presentado en el interior del Imarpe y colaborará con la entrega de información, en caso alguna autoridad lo requiera”.

La empresa dice además que “reafirma su compromiso con los principios de pesca responsable y sostenible, promoviendo un comportamiento ético entre todos sus colaboradores”.

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