Desde finales del año pasado, la ola de desocupación en oficinas ya iba controlándose debido al anuncio y al avance del programa de vacunación contra el COVID-19. “Hubo una suerte de impulso en la búsqueda de oficinas y se retomaron varios procesos que habían quedado en stand-by”, comenta George Limache, jefe de Investigación de Binswanger Perú.
Sin embargo, esta recuperación se ha visto interrumpida durante el segundo trimestre del 2021. “Hubo una baja en los requerimientos ya no tanto por la incertidumbre del COVID-19, sino por la coyuntura política y económica”, agrega.
Así, ya no se observa con tanta recurrencia búsqueda de grandes espacios. “Lo que sí se ha estado moviendo son transacciones pequeñas de oficinas para necesidades inmediatas con áreas entre 100 m2 y 200 m2 y a veces de 300 m2 o 500 m2”, indica Limache
Cambios
La pandemia y el cambio de gobierno han cambiado las tendencias en cuando a demanda de oficinas.
“Las empresas han modificado sus requerimientos en base a lo que ha venido sucediendo. Ahora buscan oficinas de formatos más chicos porque quieren implementar trabajo híbrido”, detalla Yoryelina Moreno, gerente de portafolios de Binswanger Perú.
Antes, ejemplifica, un equipo de 80 personas tomaba una oficina de hasta 900 m2. Pero ahora puede optar por una de 500 m2 pues algunos empleados trabajan desde casa o asisten de manera presencial en determinados días.
De otro lado, Moreno comenta que también ha habido un incremento en los requerimientos de contratos de plazos más cortos. Así, se ha pasado de un promedio de cinco a 10 años, a uno de entre dos y tres años. “Esto responde a lo que viene ocurriendo en el país desde el 2020, con la pandemia y la coyuntura política y económica”.
Penalidades
George Limache añade que otro aspecto relevante que ha cambiado en el mercado de oficinas es la reducción significativa de penalidades en los contratos de alquiler.
“Los contratos 100% forzosos, que antes eran frecuentes y obligaban a pagar el 100% de las rentas si la empresa dejaba la oficina antes del plazo, prácticamente ya no existen”, comenta el jefe de Investigación de Binswanger.
“Ahora, si cuentas con un contrato de ocho años y quieres salir de la oficina a los tres años, pagas seis meses de penalidad. Y si es a los cinco años, la penalidad es de cinco meses. Y así, mientras pasa el tiempo, la penalidad es menor, lo que para ambas partes acaba siendo beneficioso en estas circunstancias”, añade.
Finalmente, comenta Yoryelina Moreno, ante el alza del tipo de cambio, otra novedad reciente son los requerimientos de contratos en soles.
“Ya empiezan a haber algunas solicitudes por parte de algunas empresas pero no han trascendido, pues los propietarios prefieren no optar por contratos en soles. Aún hay una resistencia, pero no sabemos si es que pueda convertirse en una tendencia en los próximos meses”, afirma.