Los sindicatos y la dirección de la entidad financiera CaixaBank, la más grande de España, han acordado la salida voluntaria de 6,452 trabajadores, lo que constituye el mayor expediente de regulación de empleo (ERE) de la historia de la banca española.
El pacto, no obstante, evita los despidos forzosos y prevé prejubilaciones a partir de los 52 años, informaron fuentes sindicales. La empresa, añadieron, no podrá forzar a alcanzar ese número total de salidas de empleados si no hay voluntarios suficientes.
El banco anunció un ajuste de plantilla negociado con los sindicatos en marzo pasado, cuando culminó su fusión con Bankia, de manera que la entidad resultante cuenta con cerca de 20 millones de clientes, más de 50,000 empleados y más de 623,000 millones de euros en activos (unos US$ 738,000 millones).
Las conversaciones comenzaron a mediados de abril pasado, cuando el ERE presentado por la entidad afectaba a 8,291 personas, pero quedó reducido finalmente a cerca de 6,500 extinciones de contrato.
La movilidad geográfica de los trabajadores quedará limitada por motivos organizativos a 40 kilómetros de distancia, aunque el banco ofrecerá compensaciones económicas a los afectados, y las aportaciones a los planes de pensiones crecerán 2%.
Pese a la voluntariedad, el acuerdo contempla cupos máximos de salidas por territorios y por franjas de edad. Es decir, que se limitan a un máximo de 750 empleados en el caso de 52 y 53 años; y a 1,750 las de trabajadores de 54 y 55 años.
Quienes decidan dejar el banco recibirán compensaciones salariales e incentivos económicos según su edad y años de permanencia en la entidad.
El pacto allana la reducción de oficinas de la entidad, puesto que se eliminarán más de 1,500 en toda España.