Hace pocos años las calles de Lima se vieron invadidas por scooters estacionados en cada esquina que los peatones podían usar para recorrer distancias cortas. Luego de accidentes, cambios regulatorios y la crisis sanitaria del COVID-19, este modelo de negocio basado en micromovilidad y cobro por minuto prácticamente desapareció de la capital.
Bee Perú adquirió el año pasado los activos Movo, de una de las empresas que aplicaban aquel esquema de negocio y transformó el modelo hacia uno de alquiler B2B y B2C.
Jaime Polo, gerente general de Bee Perú, comenta que tras la inversión obtuvieron una flota de aproximadamente 2,000 scooters que fueron traspasadas a la nueva compañía
“La idea de crear Bee es continuar con la operación y seguir el modelo de micromovilidad que ya existe en toda Europa desde hace años. Ahora ofrecemos alquiler directo de vehículos eléctricos como scooters o bicicletas eléctricas”, indica Polo.
El 90% de la flota de Bee Perú es de scooters y el 10% de bicicletas eléctricas. Los clientes pueden rentar estos vehículos por aproximadamente S/ 150 al mes.
“Nosotros nos encargamos de todos los mantenimientos necesarios y si el usuario se queda con el scooter por un año, y ya necesita un cambio de unidad, le damos uno nuevo”, explica Polo. Además, el servicio incluye seguro contra accidentes y, para el caso de los clientes corporativos, también un seguro contra robo.
¿Alquiler o compra?
Adquirir un scooter como los que ofrece Bee cuesta en promedio S/ 2,500. Entonces, ¿no resultaría más conveniente para el usuario final compra uno que pagar S/ 5 diarios para usarlo?
Polo reconoce que uno de los retos del corto plazo es transformar la idea que el cliente puede tener de que alquilando se pierde dinero.
“Ahora mismo, en tiempo difíciles para la economía en medio de la pandemia, gastar S/ 2,500 no es conveniente. Es mejor guardar ese dinero o invertirlo de otra manera”, considera Polo.
De otro lado, agrega, “un scooter propio requiere gastos en mantenimiento y repuestos y, con el modelo de alquiler de Bee, todo esto está incluido en la tarifa mensual”.
Desde que inició la empresa, en junio del año pasado, Bee Perú ha atendido a 1,500 clientes.
Polo comenta además que Delosi, unos de sus clientes, ha alquilado gran parte de su flota de bicicletas eléctricas para hacer el reparto de los pedidos de algunos de sus restaurantes. Calcula que estas unidades eléctricas representan un 80% de ahorro en comparación a las motos tradicionales.
Planes
En Bee Perú están trabajando en dos proyectos para el 2021.
“Nuestros vehículos, por sus recorridos, se convierten en grandes fuentes de exposición. Es por ello que buscamos ofrecer espacios para publicidad outdoor en las unidades”, indica.
Además, debido a que los repartos a domicilio en radios menores a 8 km. pueden realizare con scooters o bicicletas eléctricas, Bee Perú busca ingresar al segmento de delivery de última milla. “Tenemos empresas interesadas en este modelo que generaría ahorros económicos y menor impacto ambiental”.