El banco español BBVA, segundo del país, informó a los sindicatos su intención de suprimir 3,800 puestos de trabajo, lo que equivale a un 16% de su plantilla, anunció el sindicato Comisiones Obreras.
Este anuncio de reestructuración llega en un momento de destrucción de empleos en la banca española, apenas dos días después de que el gigante CaixaBank anunciara su intención de recortar su plantilla en casi 8,300 efectivos tras haber absorbido Bankia.
El plan anunciado por el banco a los sindicatos “representa el 16% de la plantilla y afectaría a 3,000 personas de la red de oficinas y las 800 restantes de servicios centrales” del grupo, indicó Comisiones Obreras (CCOO) en un comunicado.
Además, la entidad “se propone cerrar 530 oficinas”, añadió CCOO, que califica el plan de “insostenible y escandaloso” y amenaza a la dirección con movilizaciones.
“No son los tiempos de estos planteamientos”, criticó por su parte Yolanda Díaz, ministra de Trabajo del gobierno de izquierdas de Pedro Sánchez.
“Todo el país, toda Europa está sufriendo y todo el mundo debe de remar en una única dirección que es el mantenimiento del empleo”, añadió.
Con una importante presencia en América Latina, especialmente en México, su primer mercado, el BBVA tentó sin éxito en noviembre una fusión con el quinto banco español, el Sabadell, tras haber vendido su importante filial en Estados Unidos.
La entidad terminó el 2020 con un beneficio neto de 1,305 millones de euros (US$ 1,568 millones), un 63% menos que el año anterior, especialmente por las provisiones extraordinarias realizadas ante el incremento del riesgo de impagos.
El BBVA justificó este plan por el “contexto de profunda transformación (del sector), marcado por una gran presión competitiva, bajos tipos de interés, la adopción acelerada de los canales digitales por los clientes y la entrada de nuevos actores digitales”, indicó un portavoz.
Según explicó, en los últimos dos años, las transacciones digitales de los clientes en España incrementaron un 87% y las transacciones en oficinas cayeron un 48%.
“La reestructuración es necesaria para garantizar la sostenibilidad del empleo a futuro”, añadió.
En este contexto, las principales entidades bancarias españolas apostaron por reducir sus plantillas, acentuando todavía más la sangría de empleos en el sector iniciado con el estallido de la crisis económica en el 2008.
Devastadas por esa crisis y el derrumbe de la burbuja inmobiliaria, los bancos españolas prescindieron entre el 2008 y 2019 de casi 100,000 trabajadores, un 37% de los efectivos que tenían en el 2008, según el Banco de España.
Además de CaixaBank, el Banco Sabadell suprimió más de 1,800 puestos de trabajo a finales del 2020, mientras que el Santander, principal banco español contando su cartera internacional, anunció el año anterior que quería recortar su plantilla en 3,500 trabajadores.