En julio de este año se vendieron un total de 1,261 departamentos en Lima Metropolitana, lo que refleja una rápida recuperación del sector inmobiliario, señaló este lunes la Asociación de Empresas Inmobiliarias del Perú (ASEI).
Al analizar las unidades vendidas, se observa que la mayor venta de estos departamentos se realizó en Lima Moderna (Magdalena del Mar, Surquillo, Lince, Jesús María, San Miguel y Pueblo Libre), aunque su participación se redujo de 45.3% en enero de este año a 41.7% en julio del 2020.
Continuó la mayor venta de departamentos en Lima Top (San Isidro, Miraflores, Barranco, San Borja y Santiago de Surco), y su participación en el mercado se elevó de 22% de enero de 2020 a 22.5% en julio pasado.
De igual manera, se realizó la venta de departamentos en Lima Centro (La Victoria, Cercado de Lima, Breña y Rímac), y su participación también se elevó de 13.5% de participación en enero de este año a 16.4% en el mes de julio, debido a proyectos inmobiliarios ubicados en Santa Catalina (La Victoria).
Al desagregar las unidades vendidas por rango de áreas se observa un nuevo comportamiento pues ahora destacan las de mayor tamaño, señaló el presidente del Comité de Análisis del Mercado de ASEI, Ricardo Arbulú, durante la teleconferencia”Comportamiento del sector inmobiliario- Julio”.
Precisó que la participación de las unidades vendidas entre 60 m2 y 80 m2 se elevó de 43.8% en enero del 2020 a 48.1% en julio de este año, mientras que la participación de los departamento debajo de los 40 m2 se redujo de 4.5% en enero del 2020 a 3.8% en el mes de julio.
“Los departamentos entre 60 y 80 metros cuadrados que antes representaban el 43% ahora representan casi la mitad, el 48.1% de la ciudad de Lima. Entonces la gran mayoría de los clientes han migrado a departamentos de mayor área, y los departamentos de un dormitorio se han reducido. Lo que más ha crecido han sido los departamentos de 60 y 80 metros, que son básicamente los que pueden pagar, los que pueden calificar frente al banco”, sostuvo Arbulú.
Agregó que con estas cifras reflejan que las familias no compran una vivienda por inversión, si no, por una necesidad real y que desean una vivienda de mayor tamaño, nueva y moderna.