Las oportunidades de las micro y pequeñas empresas de acceder a financiamiento se han incrementado, sin embargo gran parte de ellas todavía se mantienen cautelosas y prefieren no solicitarlo. El presidente de la Asociación de Instituciones de Microfinanzas del Perú (Asomif), Jorge Delgado, sostiene que el dinamismo de las colocaciones de créditos a mypes se está recuperando de forma progresiva y a fin de año podría evidenciar un repunte significativo.
“Muchos de los clientes no quieren créditos porque se dan cuenta de que su situación se está complicando. Entonces, en la medida en que ellos vean que su actividad productiva comienza a retomar la velocidad, es natural que recién allí vuelvan a pedir préstamos. No podemos imponerle a la gente que tome créditos por tomarlos, solo porque ya salieron las líneas de Reactiva Perú”, indicó a Gestion.pe.
Esto sucede en especial entre las empresas de los sectores que se están recuperando lentamente, porque la demanda todavía es baja. En tanto, varias de las mypes de los sectores más afectados por la pandemia del COVID-19, como el turismo, restaurantes, entre otros, solicitan préstamos para financiar un cambio de giro en su negocio o la adición de este giro al preexistente.
“Recién en julio se ha retomado la mayoría de actividades y es imposible que en solo 60 días ya se dé una recuperación total del consumo. Para fin de año va a haber una recuperación mayor (de las colocaciones), un impacto adicional, porque las empresas van a ir mejorando, y como consecuencia habrá más trabajo y la gente irá recuperando la confianza. Sobre todo, esperemos que haya menos contagios para entonces”, agregó el titular de la Asomif.
Cada mype y la entidad financiera que le otorga el crédito realizan una evaluación del monto que aquella requiere para impulsar sus operaciones. Al respecto, recordó que el financiamiento a empresas de estos tamaños no puede superar los S/ 10,000. Por ello, sostuvo Delgado, no se debe aspirar a que los fondos de la segunda fase de Reactiva Perú y FAE-Mype se entreguen en volúmenes mayores, sino que se debe ampliar la base de aquellas que pueden acceder a este financiamiento.
Sobre dicho punto, Delgado manifestó que el reto está en incluir dentro de este programa a las mypes sin historial crediticio, puesto que esta es la principal herramienta de las entidades financieras para calificar a los candidatos a un préstamo. Ante la falta de esta información, las microfinancieras deben recoger toda la información posible que les facilite conocer los flujos de caja de los emprendedores.
Para ello, se encarga de realizar el balance de ingresos y egresos de la mype, mediante la revisión de los vouchers de sus transacciones. Debido a la pandemia del coronavirus, el personal de la entidad financiera debe realizar estas actividades a distancia, a través de llamadas telefónicas u otras herramientas tecnológicas como el Whatsapp.
El programa Reactiva Perú consta de un fondo de S/ 60,000 destinado a entregar financiamiento de bajo costo, con garantía estatal, a las empresas afectadas por la pandemia del coronavirus. En la primera etapa del programa las críticas apuntaron a que fueron beneficiadas principalmente las grandes empresas, mientras las pequeñas quedaron al margen. Por ello, las exigencias para la calificación de los beneficiarios fueron modificadas al llegar a la segunda etapa.
Así, a mediados de agosto, la ministra de Economía y Finanzas, María Antonieta Alva, aseguró que el 41% del monto entregado a través de Reactiva Perú se destinó al financiamiento de mypes.
No obstante, la semana pasada varias bancadas del Congreso cuestionaron las reglas establecidas por el Gobierno para el desembolso de los fondos, por seguir considerando que con ellas se había logrado favorecer sobre todo a las grandes empresas.