Los índices de inflación en descenso en las economías de Latinoamérica permitieron a la mayoría de los bancos centrales hacer un alto al ciclo de endurecimiento del costo del crédito y, en casos como el de Chile y Brasil, los analistas apuestan por recortes de las tasas de interés en cuestión de semanas.
La región se embarcó en 2021 en una agresiva serie de aumentos de tasas para contener una inflación desbocada tras cuellos de botella en las cadenas globales de producción, el alza de costos de los alimentos y los efectos en los precios de las medidas monetarias y fiscales tomadas para responder al golpe económico del COVID-19.
Aunque Uruguay ya abrió el camino con una rebaja de tasas de 25 puntos base en abril, los grandes bancos centrales de América Latina ahora se aproximan al momento en que anticipan disminuciones, luego de que la Reserva Federal adoptó una “pausa” del ciclo alcista. Los mercados estiman que Chile podría ir primero a partir del próximo mes.
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“Si bien la inflación subyacente se moderó un poco más lento de lo que se esperaba, el consenso (para bajar las tasas) está en julio y los precios del mercado ya tienen esa expectativa de un recorte de 100 puntos básicos”, dijo a Reuters César Guzmán, estratega de macroeconomía de Grupo Security, con base en Santiago.
La inflación subyacente del país minero, una lectura considerada un mejor parámetro para medir la trayectoria de los precios porque elimina artículos de alta volatilidad, todavía se sitúa bastante por encima del 9% interanual, si bien presentó variaciones acotadas en los últimos meses.
El Banco Central de Chile dejó la semana pasada sin cambios su tipo clave en 11.25%, dentro lo previsto, pero dijo que podría iniciar un proceso de reducción en el corto plazo de mantenerse las recientes tendencias.
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En Brasil, el Banco Central mantuvo el miércoles la tasa de referencia Selic en 13.75%, un máximo de seis años, y removió de su comunicado una alusión a la posible reanudación al ciclo de ajustes si el proceso de desinflación de sale de su curso, dejando la vía abierta para una eventual baja en agosto.
El ente rector, que en su último mensaje pidió “paciencia” para ver los resultados de la política monetaria, enfrenta presiones del Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para empezar reducir las tasas y colaborar en el crecimiento del PBI.
“No hay ninguna razón para que las tasas se sitúen en 13.75%”, dijo Lula, en un nuevo llamado a recortes.
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Con todo, las estimaciones apuntan a agosto para un primer recorte y los sondeos del mercado calculan que la tasa Selic podría llegar al 12.50% a fines de año, una señal del futuro alivio a condiciones monetarias altamente restrictivas en la mayor economía latinoamericana.
“Esperamos que los bancos centrales de América Latina sean los primeros en recortar tasas a nivel global porque hubo varias dinámicas internas que han favorecido a la región”, dijo Joan Domene, economista senior para Latinoamérica de Oxford Economics.
México y Colombia a la zaga
Aunque los bancos centrales ya barajan el esperado giro de política, Raúl Feliz, economista del centro de estudios CIDE en México, dice que ello no implica que las condiciones dejarán de ser restrictivas, en vista del mercado laboral apretado y tasas subyacentes de inflación muy altas.
Un informe de Goldman Sachs publicado este mes remarcó que las naciones latinoamericanas ya han visto el final de las alzas de tasas y que ahora se alistan para un cambio en el ciclo.
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Argentina continúa siendo un caso aparte, aunque Goldman consideró que habría espacio para futuros relajamientos -desde una tasa referencial desorbitante del 97%- dado que la inflación ha tenido un leve descenso. El banco central argentino decidió este mes dejar estable el tipo clave.
Así, ahora seguiría Perú con un probable recorte de tipos en agosto, según analistas, y más hacia fines del año tocaría el turno a México y Colombia, donde las autoridades de los bancos centrales expresan una mayor cautela.
“A diferencia de otros países de América Latina, quizás el Banco de México no vaya a ser el más rápido en recortar las tasas ni el que lo hará en mayor magnitud, pero sí creemos que pueda tener en el horizonte alguna baja”, dijo Marcos Arias, analista de Grupo Financiero Monex.
En su reunión del jueves pasado, el Banco de México mantuvo estable su tasa referencial en 11.25% y adoptó un tono “conservador”, según analistas de Goldman, al advertir que será necesario conservar el nivel por un tiempo prolongado porque el panorama inflacionario continúa siendo complejo.
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En Colombia, la cuarta economía de la región, la inflación sorprendió a la baja en mayo y la tasa acumulada a 12 meses tocó mínimos desde octubre, lo que abrió expectativas de que el banco central culmine con su ciclo alcista.
“Creo que todos estamos esperando que el ajuste que hicieron la vez pasada haya sido el último, además fue una decisión dividida”, dijo Andrés Pardo, director de estrategia para América Latina de XP Investments, respecto a la decisión de abril del Banco de la República de Colombia de subir la tasa en 25 puntos base al 13.25%.
“Colombia y México serán los últimos en reducir tasas, posiblemente en el cuarto trimestre de este año”, afirmó.
Fuente: Reuters
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