Los estadounidenses que por mucho tiempo han disfrutado los beneficios de tasas de interés históricamente bajas tendrán que adaptarse a un ambiente muy diferente, ahora que la Reserva Federal se embarca en lo que muy probablemente será un período largo de tasas altas para combatir la inflación.
Las hipotecas, que el año pasado alcanzaron un nivel bajo récord de 3%, ahora se esfumaron. Los intereses de las tarjetas de crédito y los costos de los préstamos de autos también subirán. Las personas ahorradoras podrían recibir mejores rendimientos, dependiendo de sus bancos, pero los rendimientos de los fondos de bonos a largo plazo probablemente sufrirán.
El alza inicial del miércoles de un cuarto de punto en la tasa referente de la Fed a corto plazo no va a tener un fuerte impacto inmediato en las finanzas de la mayoría de los estadounidenses.
Pero con la inflación disparada a sus niveles más altos en cuatro décadas, los economistas y los inversionistas esperan que el banco central implemente los aumentos de tasas más acelerados desde el 2005. Eso significaría tasas más altas para préstamos en el futuro previsible.
El miércoles, los legisladores de la Fed indicaron colectivamente que esperan aumentar su tasa clave hasta siete veces este año, lo que elevaría la tasa referente entre 1.75% y 2% para el final del año. Los funcionarios esperan cuatro alzas adicionales en el 2023, que dejarían la tasa cercana a 3%.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, espera que al hacer los préstamos gradualmente más caros, la Reserva Federal conseguirá reducir la demanda de viviendas, automóviles y otros bienes y servicios, consiguientemente frenando la inflación.
Pero los riesgos son elevados. Con la inflación seguramente aún alta, en parte debido a la invasión rusa a Ucrania, la Fed podría verse obligada a elevar los costos de los préstamos más que lo que espera actualmente. Hacerlo podría llevar a la economía estadounidense a una recesión.
“El impacto de un aumento de un cuarto de punto en las tasas de interés es intrascendente para el presupuesto hogareño”, dijo Greg McBride, principal analista financiero de Bankrate.com. “Pero existe un efecto acumulativo que puede ser muy significativo, tanto para el presupuesto de los hogares como para la economía en general”.
A continuación ofrecemos algunas preguntas y respuestas sobre lo que los aumentos de las tasas de interés podrían significar para consumidores y negocios:
Estoy considerando comprar una casa. ¿Van a subir las hipotecas consistentemente?
Ya lo han hecho en los últimos meses, en parte en previsión de las medidas de la Fed, y probablemente seguirán subiendo.
Aun así, las hipotecas no subirán necesariamente a la par de los incrementos de tasas por la Fed. A veces, se mueven incluso en dirección opuesta. Las hipotecas a largo plazo tienden a seguir la pauta del bono del Tesoro a diez años, que a su vez es influido por una variedad de factores. Entre ellos están las expectativas de inflación futura y la demanda global de bonos estadounidenses.
Los conflictos mundiales, como la invasión rusa a Ucrania, a menudo provocan una respuesta de buscar seguridad entre los inversionistas en el mundo: Muchos se apresuran a comprar bonos del Tesoro, que son considerados como los activos más seguros en el mundo. Una demanda mayor por el bono a diez años reduciría su rendimiento, lo que a su vez reduciría las tasas hipotecarias.
Por ahora, no obstante, una inflación acelerada y el fuerte crecimiento económico de Estados Unidos están haciendo subir la tasa del bono a diez años. La tasa promedio en la hipoteca a 30 años, a su vez, ha subido casi un punto porcentual desde finales de diciembre a 3.85%, de acuerdo con el comprador de hipotecas Freddie Mac.
¿Cómo afectará eso el mercado de viviendas?
Si usted está pensando en comprar una vivienda y se siente frustrado por la falta de casas disponibles, que ha llevado a guerras de ofertas y precios desorbitados, es improbable que eso cambie pronto.
Los economistas afirman que las tasas de interés elevadas desalentarán a algunos compradores prospectivos. Y los precios de la vivienda promedio, que han estado subiendo aproximadamente a una tasa anual de 20%, podrían al menos subir a un ritmo más lento.
Pero Odeta Kushi, principal economista en First American Financial Corporation, apunta que hay una demanda tal de viviendas, en momentos en que la generación millennial entra en los años de su compra de casas, que el mercado inmobiliario no va a enfriarse por mucho. Los suministros no han seguido el paso de la demanda. Muchos constructores están lidiando con la escasez de material y de mano de obra.
“Seguimos teniendo un mercado de viviendas muy robusto este año”, dijo Kushi.
¿Qué hay con otros tipos de préstamos?
Para los usuarios de las tarjetas de crédito, crédito vinculado a hipotecas y otra deuda de intereses variables, las tasas podrían subir la misma cantidad que los aumentos de la Fed, usualmente en uno o dos ciclos de facturación. Eso se debe a que esas tasas están basadas en la tasa principal de los bancos que se mueve junto con la Fed.
Aquellos no elegibles para tarjetas de crédito de tasas bajas pudieran verse varados con intereses altos en sus saldos y las tasas de sus tarjetas subirían como lo hace la tasa preferencial.
Las alzas de las tasas por la Fed no suben necesariamente las tasas de los préstamos para autos. Esos préstanos tienden a ser más influidos por la competencia, que puede frenar la tasa de incrementos.