Empresas familiares. (Foto:  archivo)
Empresas familiares. (Foto: archivo)

La incertidumbre política ha provocado múltiples escenarios económicos que repercuten en la gestión y operación de compañías familiares. Según un sondeo de Apoyo Consultoría, ello ha provocado que el 75% de ejecutivos esté aplazando sus decisiones de inversión a corto plazo.

Ante ello, Mariana Garland, presidenta de la Asociación de Empresas Familiares del Perú (AEF Perú), comparte cinco recomendaciones para aplicar en medio de la incertidumbre.

Foco en el diagnóstico de la situación: Es muy importante que las áreas encargadas de la empresa puedan detectar y reconocer las posibles consecuencias del panorama actual. Este aspecto es vital, ya que desde allí se puede buscar una solución adecuada a un problema y evitar incurrir en una mala gestión. Así, se agilizará el proceso de toma de medidas, que en muchas ocasiones puede conllevar a invertir demasiado tiempo.

Entender el impacto: Del mismo modo que se necesita un análisis de la situación, se requiere trabajar en un examen de la organización a nivel interno. Esto quiere decir que se deben reconocer las fortalezas y debilidades que la empresa puede tener para cada escenario posible, de modo que sea posible actuar con previsión.

Visión global y de futuro: De acuerdo con la especialista, lo más importante que pueden realizar las compañías es prever la multiplicidad de posibles escenarios. Espacios como el actual permiten reconocer oportunidades y aliados que se encuentran a nivel local y global, brindando a las empresas la posibilidad de ampliar sus alternativas de inversión.

De este modo, se podrán generar planes de contingencia que incluyan acciones como la diversificación de las actividades o el ahorro estratégico para cuando las situaciones se vuelvan tangibles.

Invierte de forma prudente: En escenarios de incertidumbre, es común que las empresas reduzcan sus inversiones. No obstante, no es recomendable detenerlas por completo, pues muchos planes de crecimiento se pueden ver seriamente afectados.

Por ello, es mejor elegir estratégicamente las áreas donde se invertirá, siempre de forma prudente y enfocados en los diferentes escenarios.

Mantenerse firme en la decisión: Una vez que se haya adoptado una posición en la organización, es recomendable no perder el enfoque de esta. Tengamos en cuenta que, si se realizó un diagnóstico correcto y se evaluó adecuadamente las alternativas para resolver el problema, es poco probable que la decisión tomada conlleve a malas gestiones.

Sin embargo, si en el camino se encuentra una alternativa considerablemente más adecuada, se debe aplicar una política de flexibilidad y evaluar minuciosamente la nueva propuesta.

Para la especialista, las empresas familiares deben generar espacios oportunos para revisar constantemente sus lineamientos y analizar las tendencias regulatorias y de los mercados, ya que son aspectos claves a tener en cuenta al momento de la toma de decisiones.

De este modo, se podrá asegurar la estabilidad y crecimiento de las organizaciones.