En su discurso de asunción del cargo, el presidente Pedro Castillo anunció que el Banco de la Nación (BN) se convertirá en un competidor más del sistema financiero.
Hoy los servicios que brinda el BN están centrados en instituciones del Estado, trabajadores del sector público y pensionistas de la ONP.
Ahora lo que se buscará es que el banco estatal tenga la capacidad de ofrecer al público en general todos los servicios bancarios disponibles, “con tasas de utilidad razonables, que le permitan competir en este mercado (financiero) con eficacia, pero sin usura”, indicó Castillo.
Los principales gremios de las entidades microfinancieras (cajas, financieras, edpymes) se expresaron en contra de esta medida, muy similar a una norma legislativa que fue observada por el gobierno de Francisco Sagasti.
Dificultades
“No creo que sea la entidad adecuada para propiciar una reactivación económica”, dijo a Gestión Fernando Ruiz Caro, presidente de la Federación Peruana de Cajas Municipales (Fepcmac). Señaló que el BN tiene hoy dificultades para cumplir con sus funciones.
Lo mejor para reactivar al sector de mipymes es trabajar con las entidades financieras que ya están operando y que conocen el mercado, añadió.
Jorge Delgado, presidente de la Asociación de Instituciones de Microfinanzas (Asomif), consideró que ya existen actores suficientes en el mercado financiero para generar competencia.
“Las instituciones de microfinanzas somos más de treinta y hay también 496 cooperativas que también colocan a las microempresas”, detalló.
Estatutos
Advirtió que la infraestructura del BN no está preparada para dar préstamos a las mypes.
“El Banco de la Nación es un banco de servicios al que le va a tomar años obtener las capacidades para poder competir. Mejor es renovar y desarrollar alianzas estratégicas con las entidades financieras privadas”, opinó Delgado.
Ruiz Caro coincidió en mencionar que al banco estatal le falta expertise en la evaluación del riesgo crediticio de personas y empresas. Analistas han advertido que la colocación de malos préstamos puede implicar un grave riesgo fiscal.
El BN tendría que cambiar sus estatutos porque maneja los fondos del tesoro público, que no pueden ponerse en riesgo colocando créditos, acotó Delgado.
Además, la medida podría configurar una competencia desleal y contravenir el rol subsidiario del Estado establecido en la Constitución. Su implementación requeriría, entonces, de un cambio constitucional, estimó Ruiz Caro.
El dato
496,225 deudores registró el Banco de la Nación al cierre de abril del 2021, según datos de las SBS.