#ICEBUCKETCHALLENGE: el arte de viralizar la comunicación
Disculparán lo corto de este post. Hace tres semanas me fracturé el brazo y escribir es una tarea complicada, pero no quería dejar de comentar el ya famoso Ice Bucket Challenge.
El tema es simple: echarse encima una cubeta de agua fría, filmarse haciéndolo, viralizarlo en redes sociales y nominar a tres personas a hacer lo mismo. Más allá del baldazo, la idea es que cada uno done 100 dólares a favor de la investigación para la esclerosis lateral amiotrófica.
¿Qué mensaje podemos marketeros y comunicadores sacar de esta iniciativa?
Nos hemos pasado años “empujando” mensajes publicitarios y notas de prensa, invirtiendo tiempo, dinero y espacio de aire, torturando a editores y directores para que nos publiquen; desde nuestra supuesta posición de dominio le hemos dicho a los mercados qué comprar, cómo vestirse, qué comer, fumar y beber, y cuáles son las modas.
Hoy, el #IceBucketChallenge lo reafirma: ya no detentamos el poder por completo y tenerlo ya no depende exclusivamente de nuestra creatividad, contactos o dinero.
(Como ando corto de un brazo, pasemos al mapa).
Para comprender este fenómeno, primero es indispensable tener 17 minutos y ver a este señor.
Luego invierta un poquito menos de tiempo y vea este video que explica el reto y su real significado. Recomiendo tener un pañuelo a la mano.
Formar tribus, congregar personas alrededor de una causa y desperdigarla “desintermediatizando” los mensajes. Así se crean y comunican hoy las ideas exitosas. Liuba Kogan, de la Universidad del Pacífico, lo explica desde el punto de vista sociológico.
Como bien dice Kogan, hay mucho de diversión en todo esto; si no, vea al genial Patrick Stewart, quien le enseña cómo “echarse agua” con clase o este video, que bien podría ser un segmento de El Especial del Humor. Y como no podría ser de otra forma, considerando nuestra fauna, nunca falta un oportunista que ni siquiera sabe dónde anda parado.
Este es el nuevo escenario. Adáptese o desaparezca.