La economía actual está afectando a grandes compañías, y ahora es el turno de Tupperware, una icónica marca conocida mundialmente por sus recipientes de plástico con tapas herméticas. La empresa se ha declarado en bancarrota bajo el Capítulo 11 de la Ley de Bancarrotas de EE.UU. ¿Qué ha llevado a esta situación? Aquí te contamos los detalles.
Fundada en 1946 por Earl Tupper, la empresa se hizo famosa por sus innovadores contenedores reutilizables que mantenían los alimentos frescos. Aunque con el tiempo diversificó su oferta, incorporando utensilios de cocina y herramientas para el hogar, las preocupaciones ambientales y el cambio en las preferencias de los consumidores afectaron sus ventas.
A pesar de sus esfuerzos por adaptarse, Tupperware ha enfrentado una serie de dificultades económicas. Según la compañía, “en los últimos años, la situación financiera de la empresa se ha visto gravemente afectada por el complicado entorno macroeconómico”.
Ahora, Tupperware buscará una reestructuración para mantenerse en el mercado y encontrar alternativas que le permitan seguir operando.
Tupperware se ha declarado en bancarrota principalmente por la caída en las ventas de sus productos, un reflejo del cambio en la percepción del consumidor hacia el plástico. En los últimos años, muchos compradores han optado por alternativas más sostenibles, lo que ha afectado gravemente a la marca.
Según Susannah Streeter, directora de mercados en Hargreaves Lansdown, este declive responde a una creciente consciencia ambiental: “La fiesta ha terminado para Tupperware. Todavía hay una posibilidad de que se encuentre un comprador para el negocio, pero, dado que el plástico no es visto como algo fantástico entre los consumidores conscientes del medio ambiente, revitalizar la marca será una lucha cuesta arriba”.
Además, la empresa ha enfrentado dificultades para adaptarse a las nuevas tendencias del mercado. Aunque Tupperware fue pionera en la venta directa, el auge del comercio en línea y el cambio en los hábitos de compra también han contribuido a su crisis actual.
La declaración de bancarrota de Tupperware implica una serie de medidas drásticas, entre las que destacan despidos masivos, cierre de plantas y un esfuerzo por modernizar sus operaciones.
La bancarrota de Tupperware ha resultado en despidos masivos, afectando principalmente a los empleados de su planta en Carolina del Sur. Según reportó WCBD, el proceso comenzará el 28 de septiembre de 2024, dejando sin empleo a aproximadamente 150 trabajadores. Tupperware ha señalado que ofrecerá indemnizaciones por despido y planes de jubilación anticipada a aquellos empleados que cumplan con los requisitos necesarios.
La compañía ha decidido cerrar permanentemente su única planta en Estados Unidos, ubicada en Carolina del Sur, como parte de su reestructuración. Este cierre se completará el 14 de enero de 2025, lo que marca un paso significativo en el ajuste de sus operaciones. La medida es parte de los esfuerzos de la empresa para enfrentar sus dificultades financieras y preparar el camino hacia una nueva dirección estratégica.
Tupperware está utilizando el proceso de bancarrota como una oportunidad para modernizar su modelo de negocio. La empresa busca evolucionar hacia una compañía más digital y tecnológica.
Según su presidenta, Laurie Ann Goldman, este plan estratégico tiene como objetivo “reforzar las capacidades omnicanal e impulsar la eficiencia para fomentar el crecimiento”.
Además, la empresa está buscando alternativas estratégicas que le permitan proteger su marca y adaptarse a un mercado en constante cambio.
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