Septiembre es considerado en México como el mes de los sismos debido a los grandes terremotos que se han registrado en su territorio a lo largo de su historia. Además de ser uno de los países en el mundo con una gran actividad sísmica, debido a su ubicación en el borde de cinco placas tectónicas (Caribe, Pacífico, Norteamérica, Rivera y Cocos), en la memoria de millones de ciudadanos siguen frescos los recuerdos de las tragedias vividas en años recientes, que generaron cuantiosos daños materiales y muchos fallecidos que hasta el sol de hoy siguen lamentando. Por tal razón, mantenerse informado de los reportes de sismos en el país que emite a diario el Servicio Sismológico Nacional (SSN) es de suma importancia para resguardar el bienestar de la población en general.
Por ejemplo, Ciudad de México tiene un historial de actividad sísmica, como el devastador terremoto de 1985, de 8,0 grados en la escala de Richter, que provocó destrucción generalizada y pérdida de vidas humanas en la capital azteca. Este suceso llevó al desarrollo del Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX) para proporcionar alertas tempranas de futuros terremotos. En los últimos años, México ha experimentado varios terremotos significativos el 19 de septiembre, incluido un evento importante en 2017 que se produjo apenas unas horas después de un simulacro de terremoto a nivel nacional. Además, los registros históricos indican un poderoso terremoto en 1787 que desencadenó un tsunami devastador a lo largo de la costa del Pacífico.
Estos eventos telúricos destacan el riesgo sísmico continuo en México y la importancia de los sistemas de preparación y alerta temprana para mitigar el impacto de futuros terremotos, además de impulsar cambios en la normativa de construcción y en la cultura de prevención. La implementación de sistemas de alerta temprana y la educación sobre cómo actuar durante un temblor son esenciales para mitigar el impacto de futuros desastres naturales, además de seguir fortaleciendo las capacidades de respuesta de la ciudadanía.
Estar preparado para un sismo puede marcar la diferencia y una mochila de emergencia que contenga artículos básicos como agua, alimentos no perecederos, linterna con pilas, radio AM/FM, y un botiquín de primeros auxilios es esencial para sobrevivir las primeras horas después de un desastre. Además, incluir documentos importantes y dinero en efectivo, así como mantener esta “mochila salvadora” en un lugar accesible y asegurarnos de que todos en tu hogar sepan dónde está. ¿Qué otros elementos de primera necesidad son esenciales en una mochila de emergencia? Sigue estas indicaciones:
México ha sido testigo de algunos de los sismos más devastadores en la historia, dejando una huella imborrable en la memoria colectiva. El terremoto de 1985, con una magnitud de 8.1, es uno de los más recordados, causando la muerte de miles y la destrucción de gran parte de la Ciudad de México. Este evento reveló la vulnerabilidad de las infraestructuras y la necesidad de mejorar las medidas de prevención y respuesta ante desastres naturales.
De acuerdo a Forbes México, en 2017, dos sismos de magnitudes 8.2 y 7.1 sacudieron México, afectando principalmente a Oaxaca y la Ciudad de México. Estos terremotos cobraron la vida de más de 470 personas y causaron daños significativos en edificios y viviendas. La respuesta a estos desastres mostró avances en la preparación y resiliencia del país, aunque también subrayó áreas que requieren mejoras continuas en la gestión de emergencias.
Cada sismo ha dejado lecciones importantes para México, impulsando cambios en la normativa de construcción y en la cultura de prevención. La implementación de sistemas de alerta temprana y la educación sobre cómo actuar durante un sismo son pasos cruciales para mitigar el impacto de futuros eventos. La historia sísmica de México destaca la importancia de estar siempre preparados y de seguir fortaleciendo las capacidades de respuesta ante desastres naturales.
El Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX) es una herramienta vital para proteger a la ciudadanía de México de sismos de gran magnitud. Al detectar los primeros movimientos telúricos, emite una alerta segundos antes de que las ondas sísmicas más dañinas lleguen a las zonas urbanas. Esta alerta temprana permite a las personas y autoridades activar los protocolos de seguridad y tomar las medidas necesarias para minimizar los riesgos en ciudades como la Ciudad de México (CDMX), Toluca, Oaxaca de Juárez, Acapulco y Chilpancingo.
El SASMEX cuenta con una amplia red de receptores que emiten alertas públicas y preventivas a través de los altoparlantes instalados en las calles de los lugares anteriormente mencionados y, desde el pasado Simulacro Nacional de Sismo, también a través de una notificación en los teléfonos celulares inteligentes (smartphones).
Temblor en México hoy, 27 de septiembre: último sismo de magnitud 2.4 en CDMX