Luego de un corto paso por los cines, “La sociedad de la nieve” llegó a las pantallas de Netflix este 4 de enero. La producción, basada en el libro anónimo de Pablo Vierci, no tardó en convertirse en una de las películas más vistas de la plataforma.
La cruda historia se centra en el Milagro de los Andes, el accidente en el que los pasajeros del vuelo 571 de la Fuerza Aérea de Uruguay que transportaba 45 pasajeros se estrelló en los Andes, sobreviviendo solo 29 miembros de la tripulación. Luego de 72 días, fueron 16 los supervivientes rescatados con vida de la catástrofe.
De hecho, la producción encabezada por Juan Antonio Bayona no dudó en incluir a los sobrevivientes en la cinta, destacando el significativo cameo de Nando Parrado.
Aunque algunos tuvieron apariciones más influyentes, como Carlos Páez, que interpretó a su propio padre, quien a su vez leyó la lista de sobrevivientes 50 años antes, en el caso de Nando Parrado, solo fue captado unos segundos en la cinta.
Es más, ni siquiera tiene una línea de diálogo, solo se limita a tener un gesto de amabilidad con una familia, que en la ficción representa a la suya.
En el aeropuerto, un hombre le sostiene la puerta a una familia que va a ingresar al complejo. Primero ingresa el actor que interpreta a su padre, quien no duda en agradecer el gesto, luego las actrices encargadas de su hermana y su madre, Susana Parrado y Eugenia Dolgay Diedug de Parrado, respectivamente. Ambas murieron en el accidente.
Como un símil, la acción del personaje de Parrado les permite ingresar al avión en el que encontrarán la muerte sus familiares. ¿Negarles el acceso las habría salvado? Ha pasado mucho tiempo, pero la emotiva reflexión se mezcla con una trama más que intensa.
En la vida real, Nando Parrado quedó en coma tras el impacto del avión, pero consiguió despertar, solo para enterarse de que su madre había muerto en el accidente y su hermana estaba grave. Moriría solo dos días después producto de las heridas.
Sin su madre y sin su hermana, con una mochila emocional aún más pesada que los materiales que cargaba y que había rescatado, Nando se trazó un objetivo: salir con vida y volver a ver a su padre.
“La semilla de la fuga se sembró en el instante mismo en que falleció mi hermana. Hay varias razones que me motivaron o influyeron para preparar mi huida con tanta angustia y premura. Podía ver el guion de la película completa y sabía que más tarde o más temprano se terminarían los cuerpos y tendríamos que usar el de mi madre y mi hermana. Imposible. Había que huir antes de que eso sucediera”, indicó Nando Parrado en el libro “La sociedad de la nieve”, la base para la exitosa película.
La determinación fue clave para Parrado, incluso cuando la decepción de alcanzar la cima y descubrir más nieve y no una civilización que los sacaría de peligro, se apoderó de los sobrevivientes. Era su obligación volver a ver su padre y decirle lo que había sucedido.
“Después estaba mi padre, que pensó que había perdido a toda su familia en la montaña, pero como yo estaba vivo, tenía que regresar para decírselo”, recordó.
Cuando por fin se reunió con su padre, este le preguntó por su esposa y su hija, solo obtuvo silencio de Nando. No fue una respuesta, pero no necesitaba oírla.
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