Mayo es un mes especial, ya que en muchos países del mundo se celebra el Día de la Madre, una temporada festiva en la que rendimos homenaje a nuestras madres por su amor y dedicación durante toda nuestra vida. Por ello, en esta fecha ellas se convierten en las grandes protagonistas, así que si buscas sorprenderla, pero no tienes mucho dinero, una opción muy original es dedicarle un poema que puedes compartir a través de una tarjeta, una postal digital o un mensaje de WhatsApp, verás que será un detalle que mamá valorará. Aquí, compartimos una lista de 50 poemas bonitos y originales para que expreses tus sentimientos hacia la mujer que nos dio la vida.
Una madre es una amiga
Quiero agradecerte
que estés en mi vida.
Sé que puedo contar contigo
en momentos difíciles
Sé que puedo compartir mis alegrías,
y sé que nuestra amistad
se sustenta en mutuo amor.
Que seas mi madre y mi amiga
es el más preciado tesoro,
¡Feliz Día de la Madre!
¡Madre tú eres la mejor!
Madre, tú eres la dulzura,
tus manos son la ternura,
que nos brinda protección.
Es la sonrisa, tu esencia,
qué marca la diferencia
al entregarnos amor.
Nos entibia tu mirada
y la paciencia es tu aliada,
esforzada en tu labor.
¡Tantas noches de desvelo!
Tanta lágrima y pañuelo
¡Para darnos lo mejor!
Tantas horas dedicadas
con sonrisas dibujadas
para hamacar mi soñar.
Entre besos, entre abrazos
fuiste creando los lazos
porque tú eres ejemplar.
Dulzura
Madrecita mía,
madrecita tierna,
déjame decirte
dulzuras extremas.
Es tuyo mi cuerpo
que juntaste en ramo;
deja revolverlo
sobre tu regazo
Juega tú a ser hoja
y yo a ser rocío:
y en tus brazos locos
tenme suspendido
Madrecita mía,
todito mi mundo
déjame decirte
los cariños sumos.
Mamá, la mejor palabra
Puedo decir que mamá es la mejor palabra
porque no solo se la digo a la persona
que me dio la vida, si no aquella que dio
la vida por mí, que en noches de desvelo
siempre hubo luz para mí.
Es la mejor palabra que sale de mi voz
cuando no salió algo que yo esperaba
solo pido que nunca borren de mi memoria
esa palabra que nunca quiero olvidar.
Madre de infinito amor
Que impusiste tu valor
Con gran sentimiento
Desde mi bello nacimiento.
Recuerdo tus lindos cuentos
De tu voz tus bellos cantos
Con los que me hacías dormir de niña
En tu sedoso corpiño.
Mi vida sin tu presencia
Es sentimiento sin existencia
Ya no es alegría, ni canto
Es solo tristeza y llanto.
Madre bella y adorada
Siento la luz de tu mirada
Como una sagrada bendición.
Pido al Todopoderoso
Por este pasado doloroso
Me dé fortaleza y comprensión
Ante tu partida inesperada.
Cómo no quererte mamá
Cómo no quererte,
si eres la razón de mi existencia
Cómo no quererte
si me guías en camino justo.
Cómo no quererte
que aprendí de tus consejos.
Cómo no quererte
si diste toda tu vida por mi
Cómo no quererte
si tú eres la más grande para mi
Cómo no quererte
si de tu bella interior
me supiste cuidar y amar
Cómo no decir
que eres mi adoración
Cómo no entregar
todo mi amor de hija a ti
Enseñarás
Enseñarás a volar…
pero no volarán tu vuelo
Enseñarás a soñar…
pero no soñarán tus sueños.
Enseñarás a vivir…
pero no vivirán tu vida
Enseñarás a cantar…
pero no cantarán tu canción
Enseñarás a pensar…
pero no pensarán como tú
Pero sabrás
que cada vez que ellos vuelen, sueñen,
vivan, canten y piensen
¡Estará en ellos la semilla
del camino enseñado y aprendido!
Quién volviese a tener…
¡Quién volviese a tener, para que nos cubriera,
una madre de noche, los párpados febriles,
quién un rozar de labios en la frente sintiera
despejando el fantasma de temores pueriles!
¡Quién tuviese, otra vez, sobre la cabecera
un rostro de ternura en pálidos marfiles
y quien bajo una mano que al fin nos bendijera
sintiese disipar las penas infantiles!
Habría que tornar a la distante infancia
a los antiguos días de los alegres años,
esos tiempos de ayer en los que la fragancia
era toda de miel, bálsamo y ambrosía,
en los cuales la cura de los mayores daños
se lograba con solo tu beso, madre mía
Poema a mi madre
Madre, eres la flor
que ha nacido en mi jardín
más hermosa que un jazmín
por tu maravilloso color.
Te recuerdo con amor
porque para mi has sido,
del mundo lo más querido
de mi vida, la más hermosa,
la más bella de las rosas
de mi jardín florecido.
Caricias
Madre, madre, tú me besas,
pero yo te beso más,
y el enjambre de mis besos
no te deja ni mirar…
Si la abeja se entra al lirio,
no se siente su aletear.
Cuando escondes a tu hijito
ni se le oye respirar…
Yo te miro, yo te miro
sin cansarme de mirar,
y qué lindo niño veo
a tus ojos asomar…
El estanque copia todo
lo que tú mirando estás
pero tú en las niñas tienes
a tu hijo y nada más.
Los ojitos que me diste
me los tengo que gastar
en seguirte por los valles,
por el cielo y por el mar…
Un ángel
Son tus manos la ternura,
tu regazo protección
tus palabras melodía,
que tranquiliza mi inquieto corazón.
Tu mirada que me arrulla
y tus besos el amor,
grandes alas que sostienen,
cuál ángel que me brinda su sincero amor.
Madre, ángel de mi guarda,
dame siempre tu amor y protección
que en mi sueño y pensamiento,
yo te llevo, dulce amor.
Son tus ojos la ternura,
son tus manos mi calor
tu sonrisa mi alegría
madre, ángel de mi corazón.
Sólo el amor de una madre
Sólo el amor de una madre apoyará,
cuando todo el mundo deja de hacerlo
Sólo el amor de una madre confiará,
cuando nadie otro cree
Sólo el amor de una madre perdonará,
cuando ninguno otro entenderá
Solo el amor de una madre honrará,
no importa en qué pruebas has estado
Sólo el amor de una madre resistirá,
por cualquier tiempo de prueba
No hay ningún otro amor terrenal,
más grande que el de una madre.
La madre triste
Duerme, duerme, dueño mío,
sin zozobra, sin temor,
aunque no se duerma mi alma,
aunque no descanse yo.
Duerme, duerme y en la noche
seas tú menos rumor
que la hoja de la hierba,
que la seda del vellón.
Duerma en ti la carne mía,
mi zozobra, mi temblor.
En ti ciérrense mis ojos:
¡Duerma en ti mi corazón!
Madre
Cinco letras tiene un ángel,
que me cuidó en su vientre,
me llevó por mil caminos,
me enseñó a ser valiente.
Tú y yo
Quiero regalarte una sonrisa
que colme de luz tu corazón,
quiero regalarte un abrazo
y con él, todo mi amor.
Quiero que me mires a los ojos
y que en ellos también te mires tú;
mamá, eres para mi tan importante
que el mundo a veces…
Somos tú y yo.
A mi madre
Yo tuve una dulce madre,
Confedéramela el cielo,
más tierna que la ternura,
más ángel que mi ángel bueno.
En su regazo amoroso,
soñaba… ¡Sueño quimérico!
Dejar esta ingrata vida
al blando son de sus rezos.
Más la dulce madre mía,
sintió el corazón enfermo,
que de ternura y dolores,
¡ay!, derritiéndose en su pecho.
Pronto las tristes campanas
dieron al viento sus ecos;
Muriese la madre mía;
sentí rasgarse mi seno.
La virgen de las Mercedes,
estaba junto a mi lecho…
Tengo otra madre en lo alto…
¡Por eso yo no me he muerto!
Galerías del alma
¡El alma niña!
Su clara luz risueña;
y la pequeña historia,
y la alegría de la vida nueva
¡Ah, volver a nacer, y andar camino,
ya recobrada la perdida senda!
Y volver a sentir en nuestra mano
aquel latido de la mano buena
de nuestra madre
Y caminar en sueños
por amor de la mano que nos guía.
Madre mía
Tu mirada de amor
descubre lo que otros no quieren ver.
Tu nobleza
te hace apreciar lo que los demás desprecian.
Tu amor desinteresado
te hace defender a los pequeños
que otros atacan o menosprecian.
Tu presencia
despierta confianza, amor a la vida
y esperanza en un futuro mejor.
A mi mamá
Todas las mañanas
sueño al despertar
que del cielo un ángel
me viene a besar.
Al abrir los ojos
miro donde está
y en el mismo sitio
veo a mi mamá
Mañanitas a mamá
Muy temprano en la mañana,
antes que saliera el sol,
desperté porque dormido
ya cantaba esta canción,
que haya música en tu día,
florecitas, luz y sol,
y que sepas que te quiero,
con todo mi corazón.
“Mamá: cuando sea grande
voy a hacer una escalera
tan alta que llegue al cielo
para ir a coger estrellas.
Cuando sea grande
Me llenaré los bolsillos
de estrellas y de cometas,
y bajaré a repartirlos
a los chicos de la escuela.
Para ti voy a traerte,
mamita, la luna llena,
para que alumbre la casa
sin gastar en luz eléctrica.”
Mi regalo para mamá
“Le regalo a mi mamá
una sonrisa de plata
que es la que alumbra mi cara
cuando la noche me tapa.
Le regalo a mi mamá
una caperuza roja
por contarme tantas veces
el cuento que se me antoja
Le regalo a mi mamá
una colonia fresquita
por no soltarme la mano
cuando me duele la tripita.
Le regalo a mi mamá
una armadura amarilla
que la proteja del monstruo
que espanta en mis pesadillas.
Le regalo a mi mamá
el lenguaje de los duendes
por entender lo que digo
cuando nadie más lo entiende.
Le regalo a mi mamá
una chistera de mago
en la que quepan mis besos
envueltos para regalo.”
Duermevela
“En sus brazos me anida
y yo cierro los ojos
escuchando el arrullo
con un lirio en reposo.
Su mirada soñando
en el aire y el cielo:
duermevela de alas
en su suave convierto.
Es un roce de ángel
que desciende a mi frente:
es tu amor, madrecita,
que velando me duerme.”
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