Vicepresidente Ejecutivo de Inversiones, Rimac Seguros
Con la difusión global de las vacunas y el efecto de acciones masivas de política fiscal y monetaria, la economía global debe crecer este año más de 6.0% liderada por el crecimiento en las dos economías más grandes del mundo. De acuerdo con el FMI, la economía china debe crecer este año 8.4%. La economía de los Estados Unidos debería crecer 6.4%. Los nuevos contagios se han reducido en 38% a nivel global con respecto a su punto máximo y hoy alcanzan 570 mil diarios. Sin embargo, de acuerdo con las minutas de la reunión del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) de abril, el principal riesgo para la realización de este escenario de reactivación es el resurgimiento de la pandemia de COVID-19 como consecuencia de la baja efectividad de las vacunas o de la aparición de nuevas variantes del virus.
La distribución mundial del impacto del COVID-19 es bastante desigual. En general, los países más desarrollados de Asia y los países nórdicos ocupan los primeros lugares en un ranking elaborado por Bloomberg (Ranking de resiliencia COVID). Es interesante ver que los países que ocupan los primeros lugares en esta lista no son los más avanzados en la vacunación sino que son los que lograron controlar el contagio. De esta manera, Nueva Zelanda y Australia, que solamente han conseguido vacunar al 4.0% y 1.9%, respectivamente, ocupan los primeros lugares en este ranking. Según la Universidad de John Hopkins, ambos países registraron solamente el 0.1% de su población contagiada.
Norteamérica y el resto de Europa ocupan posiciones más bajas debido a que han tenido menos éxito en controlar la expansión de la enfermedad. No obstante, algunos países como Estados Unidos, Reino Unido, España y Francia han subido muy rápido en esta lista de actualización periódica conforme la vacunación se acelera.
Es interesante ver que los Estados Unidos y el Reino Unido, los dos países más exitosos en el desarrollo de vacunas y en la inmunización, figuran también entre los que menor efectividad alcanzaron para contener el contagio. Los ratios de porcentaje de población contagiada para estos países son 10.0% y 6.6%, respectivamente. Sus índices de fatalidad son 1,780 y 1,885 fallecimientos por millón de habitantes. En ambas mediciones estos países registran niveles muy superiores al promedio global y, de hecho, se encuentran entre los 20 países con más contagios y mayor fatalidad.
La Organización Mundial de la Salud ha aprobado el uso de 5 vacunas para prevenir el contagio del covid-19. Estas vacunas aprobadas no son el único medio con el que se cuenta para vencer a esta contagiosa y letal enfermedad. Tal y como lo demuestran los casos de Nueva Zelanda y Australia. El éxito en la lucha contra esta pandemia requiere, en primer lugar, de una combinación de esfuerzos del lado de la vacunación como de la observación de las medidas de identificación y seguimiento de los contagios, aislamiento, higiene y distanciamiento social. En segundo lugar, depende de la efectividad del sistema de salud para resolver los casos de esta enfermedad. Existe una enorme variabilidad en la fatalidad registrada en el mundo: 41% de países registra la menor fatalidad con menos de 100 fallecimientos por millón de habitantes, mientras que 26% registra la más alta con más de 1,000.
En tercer lugar, es muy importante el soporte económico que pueda proporcionar el Estado al sector privado para sostener la reducción en el nivel de actividad que resulta de la disminución en la movilidad de las personas y del aumento subsecuente del desempleo. Corresponde al Estado asumir este rol, ya que estas políticas de apoyo deben ser financiadas con deuda y es el Estado el que se endeuda a menor costo. De hecho, el ratio de deuda PBI de los países avanzados se incrementó de 104% a 120% entre fines de 2019 y fines de 2020. Todos estos factores permiten prever que el COVID-19 permanecerá en el centro de nuestra atención por mucho tiempo.