El recordado exjugador de fútbol americano O.J. Simpson falleció el pasado miércoles 10 de abril. Con 76 años de edad, el polémico deportista desapareció de este mundo, dejando grandes interrogantes de por medio. Una de ellas gira en torno al dinero que ha dejado, su testamento y quienes serán los que se quedarán con la supuesta herencia.
Se presume que el exdeportista ha dejado una cantidad importante de dinero que, en teoría, debería ser de sus cuatro hijos. Sin embargo, la realidad no sería así, sino que este desenlace tendría que ver con los crímenes que realizó en la década de los 90, así que, para entrar en contexto, te recordaré lo que sucedió y así luego entender quién se quedará con su “fortuna”.
El 12 de junio de 1994, O.J. Simpson fue hasta la casa de Nicole Brown, su expareja, en Brentwood y la asesinó, pero sus delitos no culminarían allí, ya que minutos después de la muerte de la mujer, Ronald Goldman, amigo de la víctima, se acercó al domicilio con la finalidad de devolver algo y, lamentablemente, corrió con la misma suerte.
Acusado de doble asesinato, el juicio penal del exjugador de fútbol americano comenzó en enero de 1995. Luego de un enorme esfuerzo de sus abogados, los argumentos fiscales quedaron desmantelados y fuer absuelto. Sin embargo, la familia de las víctimas decidieron llevar el caso a la vía civil.
En 1997 el jurado lo encontró culpable por doble asesinato y el juez decretó una sentencia de 33 años de prisión, aunque al final solo cumpliría nueve de ellos. Así mismo, se le impuso una multa de 33.5 millones de dólares en favor de las familias de las víctimas, pero esta no la pagó completa, dejando una deuda enorme al momento de fallecer.
Como respuesta simple, se podría afirmar que la herencia de O.J. Simpson pasaría a ser de las familias de las víctimas a las que asesinó en 1994, pero es preciso señalar el porqué de ello y lo que sucedería con sus hijos, quienes se supone que iban a ser los herederos, aunque aún seguramente hay mucho pan por rebanar.
De acuerdo con la ley de Nevada, estado en el que vivía el ahora fallecido protagonista de esta nota, la fortuna y los bienes de una persona cuando mueren pasan a ser del juzgado estatal si es que superan el valor de los 20 mil dólares y esto debe hacerse en un tiempo no mayor de los 30 días después de la muerte. Eso se llama proceso de sucesión ante la justicia.
Es en ese momento en el que los familiares de Nicole Brown y Ronald Goldman pueden presentarse como acreedores y reclamar lo que les pertenece de acuerdo con la sentencia del año 1997. En caso haya inmuebles en otros estados en los que vivió O.J. Simpson, las mismas familias deben iniciar un proceso ante la justicia y leyes de cada territorio.
Debido a especialistas en leyes en Estados Unidos, es más sencillo que se salde una deuda por un fallo judicial cuando la persona fallece. Y es que, por lo general, estando en vida, dichos sentenciados hacen largo el pago del dinero y hasta hay ocasiones en las que lo hacen. En cambio, al morir, es el juzgado que decide traspasar la herencia a quienes debieron beneficiarse con ese monto que debió ser cancelado.
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