Netflix estrenó el 23 de junio el documental “El rey de los clones: La caída del Dr. Hwang Woo-suk”, en el que narra la historia del veterinario e investigador coreano, que era considerado el Orgullo del Corea, pero luego se convirtió en una desgracia nacional, causando mucho dolor a las personas que lo admiraban. En esta nota te contamos la historia real del caso.
El documental, que narra uno de los mayores escándalos en la historia médica coreana, tendrá una duración de una hora y 25 minutos y se basa en una historia real.
Hwang Woo-suk era un destacado veterinario surcoreano, considerado pionero en la clonación de animales y creación de células madre embrionarias humanas. Nació en el condado de Buyeo, en 1953, y asistió a la Universidad Nacional de Seúl.
En el 2000, debido a sus avances en la ciencia, fue anunciado como un héroe nacional y etiquetado como el Orgullo de Corea, pero todo se derrumbó y se convirtió en una vergüenza.
A finales de la década de 1990, Woo-suk había afirmado haber clonado animales, incluida una vaca lechera llamada Yeongrong-i. Además, fue considerado un experto pionero en la investigación de células madre, liderando un equipo de científicos que hizo afirmaciones revolucionarias de que habían tenido éxito en la creación de células madre embrionarias humanas mediante la clonación en dos artículos de la publicación Science, detalla Wikipedia. Más tarde mostró el primer perro clonado, Snuppy the Afghan Hound, en 2005.
Sus logros fueron publicados en la revista Nature, pero en este mismo medio salió una publicación que afirmaba que Hwang había cometido “violaciones éticas” y lo acusó de usar óvulos de sus propios graduados y también del mercado negro. Aunque en principio el científico coreano negó las acusaciones, pero, en noviembre de 2005, admitió que eran ciertas y se hizo evidente que su clonación revolucionaria fue fraudulenta. Miles de personas, que en principio lo defendían a capa y espada, luego lloraban al enterarse la verdad.
En 2006, Woo-suk fue acusado de malversación de fondos y violaciones de la ley de bioética cuando quedó claro que la mayor parte de su investigación con células madre había sido falsificada. Fue despedido de su cargo y sentenciado a dos años de prisión suspendida por malversación de fondos y violaciones bioéticas, aunque fue absuelto de fraude. Un tribunal de apelaciones de Corea del Sur luego redujo su sentencia suspendida en seis meses en diciembre de 2010.
Aunque Hwang Woo-suk quiere mantener un perfil bajo, la serie de Netflix lo pone en el ojo mediático. Pese a la sentencia y acusaciones, a sus 70 años aún trabaja dentro de la ciencia. Desde septiembre de 2020 trabaja en el Instituto de Investigación de Bioingeniería Sooam en Yongin, provincia de Gyeonggi, liderando los esfuerzos de investigación para crear embriones de cerdo clonados y líneas de células madre embrionarias.
En 2015, en tanto, la empresa china de biotecnología Boyalife Group confirmó una asociación con el laboratorio de Hwang y tenía la intención de abrir la fábrica de clonación de animales más grande del mundo. La fábrica afirmó que su objetivo sería producir hasta un millón de embriones de ganado cada año para satisfacer la creciente demanda de carne de res de calidad en China.
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