Es bien sabido que México en septiembre se vuelve un país altamente sísmico y terremotos de alta intensidad a nivel histórico han ocurrido en el noveno mes del año. Por ello, este 19 de septiembre se realizará el Simulacro Nacional 2024, a raíz de terremotos ocurridos en 1985 y 2017, que han sido los que mayor destrucción han generado en los últimos tiempos.
Estos simulacros se realizan con la finalidad de que las personas tomen conciencia acerca de la importancia de estar preparados y siempre alertas ante cualquier terremoto o sismo de fuerte intensidad, así como clarificar los procesos que se deben llevar a cabo previo, durante y después de un sismo o terremoto, como rutas de evacuación, equipos que se deben portar, zonas a las que se deben trasladar, etc.
Este nuevo Simulacro Nacional en México está programado para llevarse a cabo este jueves 19 de septiembre, a partir de las 11:00 a.m. (hora Ciudad de México).
Todos los ciudadanos deben saber que a partir de las 11:00 a.m. del 19 de septiembre, se activará el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX), que contará con un “tiempo de alertamiento” de 60 a 70 segundos, aproximadamente. Esta alerta sísmica sonará en Ciudad de México, Chiapas, Morelos, Puebla, Oaxaca, Estado de México, Guerrero y Michoacán, por lo que debes estar atento a dicha alarma.
El Sistema de Alarma Sísmica de México (SASMEX), está manejado por el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico, que está integrado por una red de 96 sensores. Estos, cuando detectan un sismo fuerte, emiten una señal que utiliza ondas de radio y es así como llega a activarse dicha alarma. Hoy en día, es común que llegue a sonar en dispositivos móviles.
Están en la obligación de participar de este Simulacro Nacional 2024 las 32 entidades federativas de México. Las dependencias, entidades de administración púbica federal, sistemas de protección civil estatales, así como municipios y alcaldías en CDMX participarán este 19 de septiembre del simulacro.
México se encuentra en una zona de subducción, donde la placa oceánica de Cocos se desliza bajo la placa continental norteamericana. La fricción entre ambas placas provoca terremotos fuertes y devastadores. Ciudad de México está construida sobre suelo blando, lo que intensifica los efectos de los terremotos.
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