¿Alguna vez has tenido una conversación sobre la agresividad de los limeños? Y no me refiero exclusivamente al tráfico.
En este artículo se le da una mirada a ese lado no tan ‘cálido’ de nuestra idiosincrasia que permea y afecta la cultura laboral.
Nos suele ser difícil darnos cuenta de lo que tenemos muy ‘cerca’. O como reza el dicho, “no vemos el bosque porque nos tapa el árbol”.
Es por esto que resulta más natural que quienes no habían estado expuestos a cierta situación cuenten con la perspectiva necesaria para mostrarnos nuestro punto ciego.
Sucede que me llamó la atención, que más de una de estas personas –profesionales, extranjeros y peruanos de vuelta a casa – trajeran a colación el tema de la agresividad en la cultura limeña, que tiende a ser cerrada y creer que tiene la verdad en todo lo que hace y dice.
El virus de la desconfianza, exacerbado, en gran parte, por el efecto post-guerra de la época del terrorismo e hiperinflación, ha germinado en hábitos que intrínsecamente denotan agresividad:
- Crítica destructiva
Comentarios que no llevan a nada más que a hundir al que tiene iniciativa y generar miedo al ridículo, el criticar porque sí o porque se difiere de los gustos y forma de pensar propios, cuando pudiera haber más, empatía y tolerancia.
- Actitud de mentalidad cerrada
Sea por inseguridad o ignorancia nos cerramos a conceptos y conexiones nuevas, cuando se pudiera ganar más con mayor amplitud de pensamiento y receptividad.
- Viveza
“Los demás lo hacen y si tu no, te ‘atrasan’” pareciera ser suficiente para justificar el atropello, la corrupción y el transferir culpas, cuando pudiera haber más respeto, honestidad y toma de responsabilidades.
- Visión de muy corto plazo
La costumbre de buscar el mayor y más rápido retorno, anteponiendo los intereses personales a los de la comunidad, la empresa y/o el equipo, cuando se pudieran hacer las cosas lo mejor posible y con el bien común en mente –del cual, al fin y al cabo, todos y cada uno nos beneficiamos.
- Indiferencia
Actitudes de falta de solidaridad y negligencia, cuando se pudiera cultivar la voluntad de servicio, el apoyar a desconocidos y el sentir alegría sincera por el éxito del otro.
En un clima laboral agresivo, se reprimen las ideas, la creatividad, se generaliza la des-motivación y se genera más agresividad, volviéndose un círculo vicioso.También se dan casos de maltrato emocional: el grupito que margina a uno o hasta le hace mobbing2; el supervisor que le llama la atención a gritos a su trabajador delante de sus colegas.
En un artículo previo, sobre la cultura de colaboración en el trabajo1, menciono el caso de Mars Inc. Como parte de la cultura empresarial, todos los empleados comparten activamente “Los 5 principios Mars”: calidad, responsabilidad, eficiencia, libertad y mutualidad. Son principios que se viven, funcionan y siguen logrando resultados tangibles: en ingresos, en la bolsa, en la reputación de empresa.
Cultivar estos atributos asegura la predisposición a un buen clima laboral, radicalmente opuesto a uno agresivo.
Para solucionar, primero, y muy importante, es reconocer que hay un problema e identificarlo. Eso es lo que se ha expuesto anteriormente.
Pero hay también cambios positivos, que lento pero seguro, estarán calando en nuestra sociedad. Para que así, como pasamos del desdeño al orgullo por los productos nacionales, también pasemos de la indiferencia y agresividad a la responsabilidad y la solidaridad en nuestra a actitud como sociedad.
Sabemos que el modo de pensar influye en acciones, estas en los hábitos y estos en la formación de carácter. Y la combinación “globalización e internet” viene jugando un papel clave. Esta permite que se diseminen tendencias de pensamiento progresista a más lugares, más rápido.
A diferencia de décadas atrás, ahora se puede escuchar hablar en oficinas de talleres de empatía laboral, coaching empresarial y actividades team building.
Tenemos desde grandes organizaciones a pequeñas iniciativas ciudadanas que llaman al cambio y la participación de todos. De a pocos, pero se va creando consciencia para crecer en solidaridad, cultura y equilibrio con el entorno.
Está Peru2021, que impulsa activamente la responsabilidad social y cuenta con el apoyo de importantes empresas en el país. Cientos de organizaciones comprometidas con preservar el medio ambiente e influenciar cambio de hábitos en la sociedad. Entre ellas Ciudad Saludable, Recíclame, Planeta Océano, Enseña Perú, etc.
Es una falacia pensar que el progreso se da primero con el desarrollo material. El verdadero despegue se inicia cuando nos desarrollamos a nivel mental, emocional y de consciencia. Esto es lo que impulsa el desarrollo material sostenible.
¿Y tú, qué opinas al respecto?
Notas:
[1] ¿Por qué no compartes con el equipo? Artículo parte de este blog
https://blogs.gestion.pe/cafeinaparatucarrera/2013/09/por-que-no-compartes-con-el-eq.html
[2] mobbing: acoso agresivo sistemático, bullying.