En los últimos meses algunos países de Latinoamérica han visto como las principales calificadoras de riesgo han cuestionado o empeorado sus calificaciones crediticias por el deterioro de sus cuentas públicas debido a los efectos de la pandemia.
En los últimos meses algunos países de Latinoamérica han visto como las principales calificadoras de riesgo han cuestionado o empeorado sus calificaciones crediticias por el deterioro de sus cuentas públicas debido a los efectos de la pandemia.
Según Juan Carlos Martínez Lázaro, profesor de la IE University, recientemente S&P, Fitch y Moody’s rebajaron la calificación crediticia de la deuda soberana de Colombia y le quitaron el grado de inversión, debido a que el gobierno tuvo que retirar la reforma fiscal que había planteado ante la oleada de protestas populares.
La reforma incluía una serie de incrementos impositivos y buscaba frenar el deterioro de las cuentas públicas del país, muy golpeadas por los gastos de la pandemia.
Además, las calificadoras, aunque mejoraron las perspectivas de crecimiento de la economía colombiana para este año y el siguiente, no veían medidas claras que permitiesen contener el crecimiento del endeudamiento.
El grado de inversión es una clasificación otorgada a un país por las agencias calificadoras de riesgo crediticio o agencias de ratings si estiman que la deuda que tiene emitida el país no presenta un gran riesgo de impago. Cuando este riesgo existe, las agencias le otorgan una calificación de riesgo especulativo,