(Foto: Pixabay)
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Hoy en día más de un usuario tiene deudas a causa de las . La inmediatez, la comodidad y la facilidad hacen que estas tarjetas se vuelvan indispensables para la vida de algunas personas hasta el punto de afectarlas económicamente, haciendo de sus deudas un círculo vicioso interminable.

Para no llegar a ese extremo, un buen primer paso para no caer en este círculo vicioso sería evaluar cuáles son tus gastos mensuales y respecto a ello, hacer un recorte de tus consumos, destinándolos a pagar la deuda que adquieras en adelante.

Además será importante hacer una pausa y realizarte las siguientes preguntas:

Primero, ¿realmente lo necesito? A veces hay que realizarse una pregunta tan básica como ésta, porque de repente las cosas que queremos comprar no son necesarias para vivir y quizá en 2 o 3 meses de ahorro sí puedas comprarlo.

Segundo, ¿lo necesitamos para consumir? En caso hayas decidido comprarlo, deberás preguntarte si es vital para tu consumo, porque deberás tener en cuenta que correrá por tus ingresos mensuales y no hay vuelta atrás.

Tercero, ¿lo necesitamos porque queremos hacer un negocio? Si has decidido endeudarte con la finalidad de retribuir todo lo gastado y sacarle provecho a ello, como por ejemplo invirtiendo en un negocio, entonces podría ser una buena opción.

Pero, por otro lado, si te encuentras atrapado en tus deudas y quieres salir pronto de ese déficit financiero, acude pronto al banco y coméntale al asesor que no puedes pagarlo y pregunta por opciones de refinanciamiento.

En caso acepten tu pedido, sé sincero y pide más plazo, así la cuota de la deuda se reducirá. Aprovecha las campañas de recompra de deuda, así las tasas serán menores en tu misma financiera o en otra distinta.

Adicionalmente ten en cuenta algunos tips: recuerda que si llegas a fin de mes con ‘las justas’ y a veces te hace falta dinero, no es recomendable tener una ; puesto que, el peor error que puedes cometer es solicitar una tarjeta de crédito para pagar otras deudas. Has de un hábito repartir tu dinero: destina 30% para tus deudas y el 70% para pagar los servicios, colegio, el transporte, etc. Lo importante es que aprendas a tener mayor conciencia al momento de solicitar un crédito o de organizar tus finanzas.