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A pocos días de iniciar un nuevo año escolar en Perú, los padres de familia destinan sus ahorros para la compra de los útiles, la matrícula y otros gastos requeridos por los centros educativos; sin embargo no muchos prevén las consecuencias de un accidente que pueden sufrir sus hijos en los colegios.
Al respecto, Rimac Seguros indicó que uno de cada cuatro estudiantes que sufren accidentes en los colegios registran una fractura debido a caídas o fuertes golpes.
“El costo de operación y rehabilitación, que incluye terapia física y medicinas, de ese estudiante si no está asegurado, alcanza un aproximado de S/ 6,500, golpeando drásticamente el bolsillo familiar”, alertó.
La base de siniestros de Rimac atendió a un total de 6,340 escolares accidentados durante el 2017.
Entre ellos, los accidentes más frecuentes que sufren los estudiantes son luxaciones, fracturas y traumatismos.
Para la empresa, tales cifras motivan a pensar en cuánto gastaría un padre de familia ante una fractura de su hijo. Sin embargo, si el niño cuenta con un seguro contra accidentes el costo de la cirugía por alguna fractura es de cero soles.
En ese contexto, las aseguradoras han optado por la innovación en seguros a fin de facilitar los trámites que resultan por lo general ser complejos para el público.
Cada vez más el mercado asegurador logra digitalizar sus servicios, por ejemplo Rimac desde diciembre pasado lanzó el primer seguro de salud digital contra accidentes de niños y jóvenes que se puede acceder con un pago mensual de S/ 20 desde su página web.
Este seguro incluye cirugía, medicinas, la rehabilitación, hospitalización, continuación de su tratamiento ambulatorio. Y si fuera el caso, hospitalario post emergencia y transporte para evacuación por emergencia accidental en ambulancia terrestre, cubriendo al 100% todos los gastos del accidente sin ningún tipo de copago.
La firma recomienda mantener espacios limpios y organizados en los colegios para evitar las caídas, evitar que los alumnos corran en espacios pequeños, utilizar protección para ciertos trabajos de laboratorio y mantener los enchufes protegidos fuera del alcance de los escolares.