Bloomberg.- Para alquilar un apartamento en LoftSmart, un sitio web para estudiantes universitarios que buscan alojarse fuera de un campus, los usuarios revisan las propiedades ofrecidas, hacen un recorrido virtual y leen comentarios de los inquilinos actuales o pasados.

Si encuentran un lugar que les gusta, pueden presentar una solicitud, firmar un contrato de alquiler y pagar el depósito de seguridad… todo online.

Eso hace del sitio web algo muy inusual en el sector inmobiliario online, donde la mayoría de los servicios de oferta de propiedades indican a los buscadores de apartamentos que se pongan en contacto con un agente si les gusta una propiedad anunciada.

También da una pista de la forma en que la tecnología está cambiando el proceso de encontrar un apartamento para un universo más amplio de inquilinos.

Un estudiante universitario cuya primera transacción inmobiliaria se lleva a cabo totalmente online podría no estar tan dispuesto a aceptar las estresantes y largas recorridas de viviendas que conlleva el proceso tradicional de alquiler en su próxima búsqueda.

"Este grupo demográfico es un campo de pruebas realmente interesante para el futuro de las propiedades inmobiliarias", dijo Sam Bernstein, de 23 años, máximo ejecutivo y cofundador de la startup. "No han experimentado las incómodas instituciones de antes".

Bernstein empezó a desarrollar LoftSmart en 2015 siendo estudiante de segundo año de la Universidad de Virginia, con la intención de crear un producto parecido a Yelp para ayudar a sus compañeros de clase a evitar a los propietarios que no hacen reparaciones básicas o retienen los depósitos de seguridad.

Para el otoño siguiente, había abandonado la universidad a fin de trabajar en la empresa a tiempo completo. Se mudó a Austin, Texas, y en su primera noche en la ciudad inició una conversación al azar con un ingeniero llamado Sundeep Kumar, que se convertiría en co-fundador.

Pronto ambos se dieron cuenta de que la verdadera oportunidad no estaba en advertir a los estudiantes universitarios que se alejaran de viviendas en alquiler horribles sino en ayudar a las grandes administradoras de propiedades a comercializar sus apartamentos.

Incluso los campus grandes son mundos pequeños. En muchos casos los estudiantes conocen un edificio de apartamentos concreto, ya sea por su reputación o porque ya han estado en el lugar para visitar a un amigo o ir a una fiesta.

En algunos mercados, dijo Bernstein, el 70% de los estudiantes firman contratos de alquiler sin visitar la propiedad en una jornada de puertas abiertas o programar una visita. Un recorrido virtual es suficiente.

En las últimas dos décadas, ha surgido un sector que desarrolla complejos de apartamentos fuera del campus para estudiantes universitarios, con alquileres por dormitorio y, a menudo, servicios de lujo.

Incluso en sus primeras épocas, esto tenía atractivos evidentes para los inversores.

El número de inscripciones en las universidades estaba aumentando, pero las universidades no construían dormitorios al mismo ritmo, lo que les proporcionó a los desarrolladores de alojamiento fuera del campus un público cautivo.

Los desarrolladores han añadido más de 350,000 nuevas camas en alojamientos para estudiantes fuera de campus desde el 2010, según Axiometrics, una firma de datos sobre propiedades inmuebles.

Los inversores gastaron US$ 9,600 millones el año pasado en la compra de propiedades para alojamiento de estudiantes, triplicando lo gastado en 2014.

La competencia resultante ha llevado a los propietarios a invertir más en marketing y creó un impulso para alquilar unidades online.

LoftSmart gana dinero cobrando a los administradores de propiedades una comisión, generalmente de 4% a 8%, por las transacciones que se cierran a través de su sitio web.

La compañía opera actualmente en 27 mercados de viviendas estudiantiles en los Estados Unidos y ofrece 250,000 apartamentos que pueden ser alquilados a través de su sitio.

A principios de este verano boreal, Bernstein recibió una Beca Thiel, una subvención de US$ 100,000 para jóvenes empresarios que trabajan en sus negocios en lugar de ir a la universidad.