Redacción Gestión

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(Bloomberg) La decisión de obtener una hipoteca para un de dos ambientes en las afueras de Moscú a fines de enero no podría haber sido más oportuna, afirma Denis Ichetkin.

Denis Ichetkin, un periodista de 30 años y su esposa Veronika consiguieron un préstamo a 15 años de VTB Group a una tasa de interés de 12% antes de la incursión de Rusia en la península ucraniana de Crimea en marzo.

Desde entonces, el banco central subió su tasa de interés clave 2 puntos porcentuales para frenar la caída del rublo, llevando a los a predecir que los costos de los créditos inmobiliarios, ya el triple de la media europea, aumentarán más.

"Estoy muy feliz de haber obtenido nuestro crédito antes de Crimea", dijo Ichetkin. "Conseguimos una tasa mejor que si lo hubiéramos solicitado ahora o hace un mes".

La caída del rublo durante 16 meses ha generado un aumento en los préstamos hipotecarios en tanto los rusos compran casas con hipotecas en un esfuerzo por proteger sus tambaleantes ahorros. Este año, los podrían alcanzar un récord de unos 1.5 billones de rublos (US$43,000 millones) a 1.8 billones de rublos, según el pronóstico de la Agencia de Crédito Hipotecario para la Vivienda.

La economía de Rusia de US$2 billones, que está experimentando una regresión en la inversión y un menor crecimiento del salario, probablemente ya está en recesión, dijo el . El distanciamiento del presidente Vladimir Putin de los Estados Unidos y Europa a raíz de Ucrania, incluidas las sanciones contra funcionarios y ejecutivos rusos luego de la toma de Crimea, significó un freno adicional para el crecimiento.

Caídas de la monedaEn tanto los inversores salieron de Rusia, la moneda nacional cayó hasta un mínimo récord de 36.6 rublos por dólar el 13 de marzo, perdiendo 6% desde el comienzo del año. Los vieron liquidados sus ahorros durante crisis anteriores, como la cesación de pagos de 1998 cuando el rublo se devaluó 27% en un día. Ahora tratan de buscar refugio en propiedades adquiridas con hipotecas, dijo Sofia Lebedeva, responsable de ventas de casas nuevas en la cadena de agencias inmobiliarias Miel, con sede en Moscú.

"Los que tenían efectivo y recibían sus ingresos en solicitaron hipotecas para invertir en un activo que sea más confiable en épocas de volatilidad", dijo Lebedeva. "La devaluación del rublo incrementó la demanda".

El número de ventas de viviendas negociadas por Miel creció 30% en los tres primeros meses del año en comparación con el primer trimestre de 2013, dijo Lebedeva. Los precios de las aumentaron 7.2% el año pasado, apenas 0.7 puntos porcentuales por encima de la inflación, según la agencia hipotecaria, en tanto el rublo cayó 7% frente al dólar.

Rusia, el mayor exportador de energía del mundo, viene desarrollando un sector hipotecario desde la caída de la Unión Soviética en 1991 para responder a las exigencias de sus más de 143 millones de ciudadanos.

La Agencia de Crédito Hipotecario para la Vivienda se creó durante el gobierno del ex presidente Boris Yeltsin en 1997 para que la vivienda fuera más accesible. El entregó la mayoría de los departamentos estatales a sus habitantes.

Una ley hipotecaria que entró en vigencia al año siguiente permitió a los rusos recaudar fondos para comprar casas nuevas para sí mismos o financiar compras para sus hijos.

Desde entonces, los rusos pasaron, en su mayoría, a ser propietarios de sus departamentos. Aproximadamente 85% de los 62 millones de registrados estaban en manos privadas a fines de 2012, según los datos disponibles más recientes en la Agencia de Crédito Hipotecario.