Los satélites Sentinel-1 de la European Space Agency (ESA) han demostrado que el rascacielos de la Torre del Milenio en el centro de se hunde unos pocos centímetros al año.

El estudio de la ciudad está ayudando a los científicos a mejorar el monitoreo de los movimientos del suelo urbano, en particular para los puntos sensibles de subsidencia en Europa.

Completada en el 2009, la Millennium Tower de ha mostrado recientemente signos de hundimiento e inclinación. Aunque la causa no ha sido identificada, se cree que los movimientos están conectados a los pilares de apoyo que no descansan firmemente sobre roca madre.

Para investigar estos sutiles cambios, los científicos combinaron múltiples escaneos de radar de los satélites gemelos Copernicus Sentinel-1 de la misma área para detectar cambios de superficie sutiles, de hasta milímetros.

La técnica funciona bien con los edificios porque reflejan mejor el haz del radar.También es útil para localizar puntos de acceso de desplazamiento en grandes áreas, gracias a la amplia cobertura de Sentinel-1 y a pasadas frecuentes sobre la zona.

Trabajando con la ESA, el equipo de Norut, PPO.labs y Geological Survey de Noruega también han mapeado otras áreas en el área más amplia de la Bahía de San Francisco que se están moviendo.

Un levantamiento de la tierra fue detectado alrededor de la ciudad de Pleasanton, posiblemente resultado de la reposición de agua subterránea después de una sequía de cuatro años que terminó en el 2015.

Las ciudades europeas experimentan un hundimiento similar, y el estudio de San Francisco ayuda porque contiene una multitud de características.

Por ejemplo, el área alrededor de la estación de tren de Oslo en Noruega es tierra recuperada. Los edificios más nuevos, como la casa de ópera cercana, tienen la base apropiada en la roca, pero las partes más viejas de la estación experimentan una subsidencia severa.

Los estudios de San Francisco y Oslo están allanando el camino para pasar de estudios de casos específicos a un servicio de deformación de tierra a escala continental, informa la ESA.

Los gemelos Sentinel-1 proporcionan una «visión radar» para el programa de monitoreo del ambiente Copernicus en Europa. Además de observar los movimientos de tierra, ayudan a otros servicios para monitorear el hielo marino del Ártico, la cartografía rutinaria del hielo marino, la vigilancia del medio marino, la cartografía para el manejo de bosques, agua y suelo y cartografía para apoyar la ayuda humanitaria y las situaciones de crisis.