El trágico incendio de la galería Nicolini ha dejado, sin duda, grandes lecciones, pero a la vez ha revelado graves deficiencias e irregularidades que se cometen en el país, no solo en el tema laboral, sino también de seguridad, que urgen ser corregidas para evitar nuevos siniestros.

El secretario del capítulo de ingeniería electrónica del Colegio de Ingenieros de Lima, Enrique Rocafuerte, señala que se necesita establecer sanciones efectivas para los que permitan el funcionamiento de edificios sin contar con rociadores automáticos de agua y detectores de humo y sirenas, como manda el Reglamento Nacional de Edificaciones.

"Nadie cumple las normas. Las oficinas y almacenes siguen funcionando, almacenando mercadería, pero no cuentan con sistemas de extinción de incendios por agua, con rociadores automáticos ni detectores de humo, como lo exige la ley desde el 2006", alertó.

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Indicó que han pasado 11 años desde la aprobación de la norma, tiempo suficiente para que las edificaciones se hayan adaptado a estos nuevos criterios de seguridad, pero que muy pocos los han hecho. No existen un límite de tiempo para tal adecuación.

"Sé que algunos edificios antiguos de San Borja y Miraflores han empezado a usar rociadores, pero por presión de la gerencia de defensa civil municipal y de las compañías aseguradoras de las empresas que están en los edificios", dijo.

Peligro en GamarraEl representante del Colegio de Ingenieros de Lima informó que muchas galerías en Gamarra son edificios nuevos, construidos después del 2006, y no cuentan con rociadores. "Por fortuna no han ocurrido incendios allí, pero son bombas de tiempo".

Rocafuerte indicó que hasta 2014 las inspecciones técnicas de seguridad eran realizadas por Indeci y que después de ese año es una tarea que le compete a las gerencias de defensa civil de los municipios.

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En otros países, como Estados Unidos, se sanciona a las autoridades que dieron una licencia de funcionamiento sin que las edificaciones cuenten con sistemas contraincendios.

"Acá falta que la ley se aplique y que haya cárcel para los que cometen estos errores. Hay planos firmados por arquitectos o ingenieros. Ellos son los primeros responsables de los accidentes que pudieron prevenirse. Algunos, no colegiados, firman planos y proyectos y no sabemos si van a funcionar los rociadores o los detectores de incendio", manifestó.