Redacción Gestión

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(Bloomberg).- En octubre pasado, una de Nueva York llamada Delos Living, fundada por hermanos gemelos que habían sido socios de Goldman Sachs, publicó algo que podría ser la propuesta más comercializable del sector inmobiliario de no ser un jardín con vista a la Fuente de la Juventud.

Se trata de un manual al que llamaron The Well Building Standard (Normas para construir bien) y que tomaba como modelo el programa de Liderazgo en Diseño Energético y Ambiental (LEED, por sus siglas en inglés) del Consejo para la Construcción Verde de los EE.UU. Ofrece una serie de pautas para diseñar edificios que prometen hacer que la gente sea más feliz, más sana y más productiva… con solo estar dentro de esos espacios.

Parece una muy buena propuesta, considerando los miles de peligros para la salud que acechan en los edificios de oficinas tradicionales. Refrigerios salados, aire viciado, mala iluminación, alfombras que escupen compuestos orgánicos volátiles, ascensores que promueven un estilo de vida sedentario.

Si se solucionan esos problemas (y docenas más de ese tipo), los oficinistas podrían trabajar más, dormir mejor y enfermarse menos –para no hablar de las redituables oportunidades en la construcción de viviendas, escuelas y otros entornos-. Desde el 2000, unos 4,600 millones de pies cuadrados (427 millones de metros cuadrados) de propiedades inmuebles recibieron certificación LEED. Paul Scialla, que cofundó Delos Living con su gemelo idéntico, Peter, en el 2009, dice que esa cifra revela el tipo de mercado al que espera llegar.

"Esto podría ser más importante que cualquier otra cosa del sector inmobiliario desde la invención del techo", asegura Scialla. Peter y él dedicaron los últimos cinco años a organizar una serie de empresas bajo el paraguas de Delos para mejorar la vida en el interior de los edificios, y esperan ganar dinero con ello.

Entre ellas se cuentan una sociedad de interés público (un porcentaje de las ganancias se destina a fines benéficos) para administrar el Well Building Standard, una consultora y una firma que invierte en tecnología nueva. También hay una línea de negocios que se asociará a Leonardo DiCaprio para desarrollar un centro vacacional ecológico frente a la costa de Belice y que reacondiciona habitaciones de hotel con servicios como un reloj despertador que simula el amanecer y agua de ducha con vitamina C.

El desafío ahora es convencer a los arquitectos, los constructores, las empresas, los oficinistas y los huéspedes de hotel de que lo que prometen los edificios que promueven una vida más sana puede hacerse realidad. "¿Quién va a decir que no quiere espacios más saludables?", pregunta Scialla, de 41 años. "Las dudas o las preguntas que siguen son: 'Me gusta, ¿pero se puede hacer?'"

Este mes, Scialla recibió un voto de confianza de US$108 millones bajo la forma de nuevas inversiones de Jeff Vinik, dueño de la empresa Tampa Lightning de la Liga Nacional de Hockey, el desarrollador de Hong Kong Sino-Ocean Land Holdings y Cascade Investment, firma de gestión de activos cuyo dueño es el cofundador de Microsoft Bill Gates. La compañía anteriormente había captado US$ 50 millones.

"Creo que el movimiento en pro del bienestar integral va a crecer y a tener una importancia capital en las próximas décadas", dijo Vinik.

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