Las restricciones por el COVID-19 y el impulso al trabajo remoto han generado un aumento por la demanda de casas y departamentos más amplios en los segmentos socioeconómicos A y B.
Antes de la pandemia, la búsqueda por este tipo de inmuebles en Lima representaba el 30% de la demanda, mientras que ahora este nivel ha subido al 50%, indicó Amparo Castrat, broker de la agencia inmobiliaria Century 21.
“Las familias están buscando espacios más amplios, que cada hijo tenga un dormitorio, y también contar con espacios que se puedan usar como oficinas para hacer trabajo remoto”, subrayó.
En esa línea, refirió que la posibilidad de realizar estudios y trabajo a distancia ha ampliado las zonas de búsqueda de casas.
Así, a las tradicionales zonas de Miraflores, San Isidro y Barranco, cercanas al denominado centro financiero de la capital, ahora se han sumado como importantes zonas de búsqueda de casas los distritos de La Molina, Surco, San Miguel, Pueblo Libre y Magdalena.
“Antes la mayoría quería vivir cerca del centro empresarial; hoy solo un porcentaje bajo está trabajando de forma presencial”, remarcó.
Agregó que por ejemplo, en San Miguel se pueden encontrar casas desde los US$ 200,000, en La Molina desde los US$ 250,000 (Santa Patricia) y en Surco desde US$ 300,000.
“La fuerte demanda está casi agotando la oferta de las casas de menos de US$ 400,000”, anotó Castrat.
También ha crecido el interés por comprar casas de campo y de playa en las zonas al sur de Lima, pues con el trabajo y estudios a distancia, las familias pueden pasar más tiempo fuera de la capital.
“Hay bastante movimiento de casas de campo y playa hacia el sur: en Lurín, Azpitia, Bujama, Cieneguilla, Pachacamac y hasta Cañete”, refirió.
En el caso de la búsqueda de departamentos amplios, Castrat señaló que los más demandados son los denominados dúplex y los departamentos con vista a la calle, con terraza o balcón.
“Se busca que los departamentos sean versátiles, que una sala de estar o cuarto de servicio se puedan convertir en una oficina”, anotó.
Expectativa por elecciones
La ejecutiva refiere que hasta ahora no se siente un impacto por la coyuntura electoral, sobre todo por que estamos en semanas en que las personas del segmento A y B han recibido utilidades, lo cual dinamiza la demanda inmobiliaria.
Pero el panorama podría cambiar, según los resultados de la primera y segunda vuelta de las elecciones.
“Cada vez que hay un tema político crítico un sector sensible es el mercado inmobiliario, pues las personas deciden esperar, se quedan a la expectativa; ya se vio antes con la caída de PPK lo que pasó con Vizcarra”, refirió Castrat.
“Dependiendo de los resultados de abril, el mercado inmobiliario podría retraerse un poco hasta junio o hasta que haya certidumbre sobre los planes del nuevo Gobierno”, agregó.