Redacción Gestión

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Perú, y específicamente Lima, está teniendo un crecimiento urbano muy alto y esto conlleva a la vez un incremento del parque automotor.

Pere Macias, presidente de la , sostiene que las ciudades que se construyen pensando solo en vías para automóviles privados muestran un modelo caduco.

Ya no más carrilesPara Macías, que se priorice el transporte privado no es sostenible. "Llega un momento en que te das cuenta que ya no puedes hacer más carriles, circunvalaciones. Además, mientras haya inversiones de infraestructura solo para coches, harás que entren más a la ciudad, creando una urbe apolítica".

"Las ciudades deben tener en cuenta a los peatones, la movilidad en bicicleta, y sobretodo el transporte público organizado", agrega Macías.

Macías cuenta que Barcelona es un ejemplo a seguir, ya que es una ciudad pionera en el orden del transporte público y cree que su modelo, aunque con algunos errores, es exportable.

Tener una sola autoridad que dirija a todas las empresas de transporte público ya sean tranvías, ferrocarriles, autobuses, sin importar si estas son estatales o privadas, y administrar rutas y precios de los boletos, es la estrategia.

Llegar a consolidar un arquetipo como este tomó muchos esfuerzos, ya que –según comenta Macías– en la mesa de Transportes Metropolitanos de Barcelona (nombre que toma la autoridad) todos sus integrantes tienen igual importancia, aunque fue cuestión de prueba y error.

Lograr este tipo de revolución en el transporte público provee a los usuarios un servicio estandarizado que ayuda a la potenciación de la eficiencia y productividad en las ciudades.