(Foto: Difusión)
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No es un hábito en Perú –entre los jefes de hogar– el dejar un testamento para distribuir ordenadamente los bienes entre sus herederos para evitar –así– futuros conflictos de intereses. Esta situación se notó mayormente durante la pandemia del COVID: de acuerdo a datos de la Sunarp apenas se registraron 4,935 testamentos el año pasado y más de 80,000 sucesiones intestadas.