Documentos electrónico agilizan el factoring, destaca Efact.

El es una herramienta que permite a empresas de todo tamaño conseguir capital de trabajo al vender sus cuentas por cobrar, ya sea a una entidad financiera o una empresa de factoring.

Este mecanismo se ha vuelto clave para algunas firmas, sobre todo pequeñas y medianas, que necesitan liquidez inmediata pero que sus clientes les pagan  luego de 30, 60 o 90 días.

Los negocios obtiene su dinero para continuar con sus operaciones y no tienen que esperar a que su cliente le abone el monto de la factura, explica Kenneth Bengtsson, gerente general de Efact.

Para el que otorga el crédito, sea una empresa de factoring o entidad financiera, este mecanismo también es favorable. Y es que reduce el riesgo que asume pues se encarga de cobrar directamente al acreedor.

Además, en dicha operación, el perfil de riesgo que califica el prestatario es el de la firma deudora de la factura (por lo general una empresa grande), anota Bengtsson.

Electrónico
El ejecutivo destaca que al convertir el documento físico a electrónico, se facilita el acceso al factoring.

La agiliza los procesos administrativos y eso también se refleja en el factoring, indica.

“Cuando uno emite un comprobante electrónico, es más fácil para el factor (empresa de factoring o banco) validar la información del comprobante de pago”, precisa.

Agrega que al o existir papel, las empresas no tiene que trasladar ningún documento para presentarlo al banco, lo cual se traduce en ahorro de tiempo y recursos.

Otro aspecto significativo es que la facturación electrónica ayuda a la evaluación del riesgo crediticio de la empresa y permite la formación de un historial con el banco, menciona.