Si bien la expansión del covid-19 en el mundo y las medidas del gobierno para proveer de liquidez a la población apoyaron la bancarización en el país, no sería un efecto sostenible.
“Para que haya transacciones móviles y electrónicas tiene que haber flujo (de dinero), cuando existe un gobierno que está incrementando el volumen de los subsidios se genera ese flujo y, evidentemente, hay más actividad (financiera)”, dijo Jorge Rubio, líder del Grupo Global de Finanzas Inclusivas de Citi.
Sin embargo, en los países en que no hubo mucha participación del Estado con programas de ayuda, las cuentas bancarias se mantienen pero no están activas, advirtió.
Indicó que hay países con una importante cantidad de cuentas abiertas aunque la actividad se ha reducido considerablemente.
La gente está dispuesta a adoptar los nuevos mecanismos digitales pero debe haber dinero, si el gobierno está aportando a través de programas sociales habrá flujos, de lo contrario la gente no tiene actividad económica, señaló.
“Vemos menos actividad en los monederos, en las cuentas, digamos que la pandemia tiene ese doble impacto”, agregó.
En tanto, el especialista resaltó la importancia de la confianza del cliente en la entidad intermediaria financiera.
Cada vez que hay una fractura en el sistema o alguna experiencia que reduce la confianza de la gente en el sistema, se genera un retroceso en la bancarización muy difícil de recuperar.
Es difícil lograr un comportamiento adecuado para la inclusión financiera de un cliente, pero cuando ya tienen una cuenta y empiezan a digitalizarse, es más fácil ofrecer productos personalizados y adecuados a los usuarios, sostuvo Rubio.
“El valor de la digitalización es la capacidad de ofrecer otros productos más allá de la facilidad en las transacciones”, acotó.
Según el ejecutivo, el volumen en flujo se podría lograr con un trabajo en equipo de los diferentes agentes tanto el Gobierno que juega el papel de regulador y proveedor de liquidez mediante el pago de subsidios, así como la banca desarrollando productos adecuados y de bajo costo, y las empresas que tienen contacto directo con los clientes.