Ante la crisis sanitaria que inició el año pasado por el COVID-19 en el país, las entidades bancarias brindaron facilidades a los deudores para cumplir con sus obligaciones, siendo una de ellas la reprogramación de deudas.
Sin embargo, el docente de postgrado de ESAN, Walter Leyva, alertó que optar por este mecanismo de manera consecutiva a la larga puede afectar su historial crediticio, por lo que recomendó que -en caso tenga liquidez- continúe pagando sus cuotas de manera puntual tal y como lo venía realizando.
En diálogo con Gestión.pe explica que a aquellos que reprogramaron el año anterior se les dio una cantidad de meses para ponerse al día; luego volvieron a pedir una reprogramación (porque también se brindó esa alternativa) y se les dio otra cantidad de meses.
Detalló que ahora es posible que vuelvan a pedir una tercera reprogramación, aunque con toda razón por el tema de la nueva cuarentena (que ahora culmina el 14 de febrero), pero van a ir sumando ese tipo de reprogramaciones que a largo plazo los pueden perjudicar.
“Si es que se tiene liquidez para pagar tus deudas no se pide reprogramar porque es una carta que ya estás jugando y además, el número de reprogramaciones a la larga va a determinar un comportamiento de ese cliente y un nivel de riesgo”, sostuvo.
El cambio de categoría
El docente precisó que actualmente, solo por este contexto de emergencia sanitaria, la SBS ha determinado que aquellos que opten por la reprogramación no se verán afectados en su historial crediticio, es decir, continuará en la categoría Normal.
Pero si incumplen con esta reprogramación en ese momento pasa a ser un cliente de más riesgo, y cambia su categoría a cliente con Problemas Potenciales.
El problema en este punto radica en que cuando el cliente pasa de una categoría a otra, volver a su estado inicial tomará seis meses, según las actualizaciones que realiza la misma SBS.
“Tomen los plazos adecuados con lo cual se sientan holgados para poder cancelar sus cuotas mensuales, de los contrario, si calculan mal a los dos o tres meses van a tener que pedir una reprogramación y eso podría a la larga sumar para que se deteriore su calificación crediticia”, apuntó.
De igual manera, indicó que si el usuario tiene un problema de pago en sus créditos de consumo (tarjetas de crédito o crédito vehicular), deben hablar con su entidad bancaria 30 días antes de que llegue el día de su pago, porque superado ese plazo, ya es imposible mejorar la calificación.
Y es que según la SBS, un usuario pasa ser un cliente con Problemas Potenciales cuando tiene atrasos en el pago de entre 9 a 30 días calendario.
Se convierte en un cliente Deficiente si tiene atrasos en el pago de entre 31 a 60 días calendario; Dudoso si tiene atrasos en el pago de entre 61 a 120 días calendario; y Pérdida si tiene atrasos en el pago de más de 120 días calendario.