La crisis del COVID-19 ha generado un impacto importante en los ingresos de muchas personas. Ante esta coyuntura, el manejo de las finanzas personales se vuelven aún más relevante. Nicolas Mendoza del Solar, CEO de rebajatuscuentas, nos comenta sobre una herramienta necesaria en estos momentos y a futuro.
Según Mendoza del Solar, un depósito de seguridad, desde el punto de las perspectiva de las finanzas de personales es un dinero que se deposita a un cuenta de la que se puede disponer con rapidez cuando se necesite.
El objetivo de contar con un depósito o fondo de seguridad es que se disponga de este en caso ocurra una emergencia como por ejemplo, un despido de manera imprevista, siendo esto una situación usual en la actual crisis.
En una situación ideal, indicó Mendoza del Solar, el fondo debe contar con los recursos suficientes para abastecer seis meses de los costos fijos de la persona o familia. Sin embargo, esto puede variar según la aversión al riesgo del individuo (es decir, puede ser incluso un año de reserva).
“Cuanto hay emergencias como la que estamos pasando en la actualidad, en donde los ingresos se ven disminuidos, podemos destinar dinero de este fondo de seguridad antes de recurrir a un financiamiento. En situaciones de emergencia, las personas tienden a tomar lo primero (en referencia al financiamiento) que se les presenta a tasas bastante altas, lo típico es el uso de tarjetas de crédito”, indicó
¿Donde depositar el dinero?
Según Mendoza del Solar, este dinero no debe ser depositado en una cuenta de manejo diario (como una cuenta corriente), sino que se debe proceder a aperturar, por ejemplo, un depósito a plazo.
En el mismo sentido, tampoco es recomendable mantener este fondo en inversiones menos líquidas como por ejemplo, como acciones o mantenerlo en algún inventario. Esto se explica, pues si la persona quiere disponer de este dinero le será más complicado y se expondrá a estar en una situación sin depósito de seguridad, comentó Mendoza del Solar.
“Lo ideal es mantener el fondo de seguridad con una rentabilidad igual a la inflación, o sea 1% o 2% de interés anual, pues así mantiene el valor y se disponer de el en caso de emergencia”, indicó.
Cuando ya se cuenta con un depósito de seguridad, se puede disponer del excedente del dinero dirigiéndolo a inversiones menos líquidas como acciones, bonos, fondos inmobiliarios, etc.
Paso importante: Estructuración de gastos
El paso previo, señaló Mendoza del Solar, para decidir la cantidad de recursos que se dirigirán al depósito o fondo de seguridad es realizar una estructuración de los gastos.
Esto consiste en registrar el dinero que se gasta de manera semanal o incluso diaria para poder así detectar en qué se consume y contrastar con los ingresos que tiene el hogar.
Posterior a esto, se puede diferenciar entre los gastos fijos y gastos variables, y así ajustar o decidir en qué se debe dejar de dirigir recursos y así poder iniciar con el fondo de seguridad.
Por ejemplo, un caso usual, es que se compre más de lo que en realidad necesita en comida, lo que lleva a que, en el extremo, esta se deseche sin que se consuma. Al realizar el registro, podrían decidir reducir el gasto en este tipo de bienes, pues con menos dinero se puede cubrir su necesidad fija, comentó Mendoza del Solar.
“Es muy típico observar que las personas lleguen a fin de mes y no sepan en qué se han gastado su dinero. Un buen hábito para entender esto, es hacer este registro con una herramienta como, por ejemplo, una hoja excel. Puede sonar algo lógico, pero la gran mayoría de las personas no incurren en esta actividad”, señaló.
Muchas personas, señaló Mendoza del Solar, tratan de nivelar sus ingresos a su nivel de gastos, siendo esta una situación complicada. Si se realiza un registro del día o semana, podrán visualizar una opción más fácil para no sobregirarse y tener una capacidad de ahorro.
¿y si estás endeudado?
La estructuración de gastos, en caso de estar ya endeudados, debe incluir un plan de pago de la deuda, el cual puede darse a través del mecanismo “bola de nieve”.
Esto consiste, señaló Mendoza del Solar, en ordenar las deudas en base a la tasa de interés o su tamaño (si a dinero se refiere). Por ejemplo, se puede dar prioridad en primera instancia a las deudas con mayor tasa de interés y luego pagar las de menor tasa, o pagar primero las deudas más pequeñas y luego las de mayor tamaño.
“En un ejemplo simple, si se tiene un excedente S/10 al mes, entonces podríamos, luego de realizar el ordenamiento de las deudas, destinar S/3 al fondo de seguridad y los otros S/7 soles al pago de la deuda. Lo idóneo es que el fondo se aperture”, indicó.