A diario, los peruanos solían incurrir en pequeños gastos, algunos más necesarios que otros, como tomar taxi para llegar a tiempo a algún lugar o comprar un postre o un café para satisfacer un antojo.
Estos pagos por separado pasaban desapercibidos, al analizar el egreso acumulado de los denominados “gastos hormiga”, podían impactar negativamente en el presupuesto mensual, afectar la capacidad de ahorro e incluso conducir a un endeudamiento innecesario.
Si bien estos gastos se asociaban a la labor diaria del ciudadano, ya sea en la cafetería del centro de trabajo, en la calle o en algún supermercado, se podría pensar que tras la orden de aislamiento social para evitar un mayor contagio del covid-19, las personas los eliminaron o redujeron en gran medida.
Empero, no fue así pues “dichos gastitos se mantienen aunque focalizados en ámbitos muy puntuales”, dijo Daniel Chicoma, docente de Esan.
Hay quienes están siendo víctimas del estrés y lo manifiestan a través de gastos, por lo tanto, están comenzando a comprar en línea objetos que tal vez no necesitan, señaló.
Otros, agregó, están haciendo pedido de comida por delivery, ahora que se reabrieron algunos restaurantes, a fin de “sentirse parte de la civilización nuevamente”.
Mencionó que también están los que se suscribieron a un servicio de streaming para acceder a una serie de contenidos que hagan más entretenido su tiempo en casa, aunque dichos gastos no serían de gran impacto en el bolsillo del consumidor.
Lo que antes se podía gastar en tres Starbucks, le alcanza para contratar un mes de Netflix. Además están los canales de cable, Amazon, que ya cuenta con algunos suscriptores en el país, y pronto entrará Disney, añadió.
En la misma línea, el docente expresó que cuando se trabajaba en una oficina, el internet de casa no era una preocupación y solo bastaba con la rede del celular, pero con la actual modalidad de teletrabajo, optaron por buscar un buen sistema de internet.
Sin embargo, recomendó que el peruano debe ser consciente de su situación pues de ello dependerá el efecto sobre su presupuesto.
Los ciudadanos que perdieron su empleo o su sueldo fue reducido no deberían pensar en hacer este tipo de gastos hormiga pues sus ingresos no se lo permitirán, expresó.
“Esta es una oportunidad para que las personas aprendan a manejar sus finanzas y se den cuenta que pueden vivir sin ciertas cosas, con un estilo de vida diferente”, acotó.