Recientemente se dieron a conocer las principales cuentas financieras de las 100 empresas top de la Bolsa de Valores de Lima (BVL).
Entre ellas destacó la rentabilidad patrimonial registrada por dos segmentos en particular: cerveceras con 77% y cine, 54%.
Así, especialistas comentaron a Gestión cómo estas empresas llegaron a posicionarse como las más rentables durante el año pasado.
Cerveceras
La historia del posicionamiento privilegiado de una compañía en el mercado cervecero peruano, empieza en el 2016 cuando la transnacional de capitales extranjeros AB Inbev se fusionó con Backus.
Mediante esta operación, Backus, la tradicional fábrica de cerveza, logró concentrar en una sola empresa el 95.5% de participación en el sector.
La cervecera ha tenido la eficiencia y escala para recuperar la inversión de sus adquisiciones, dijo Alejandro Gómez Saba, presidente de la Asociación Peruana de Finanzas (APEF).
El Perú no está en crisis, se ha desacelerado pero aún somos los mejores de la región, señaló.
“La gente no ha dejado de salir a divertirse y la cerveza es el trago más barato”, agregó.
Indicó que son compañías muy sólidas, con buen gobierno corporativo. Y resaltó el importante posicionamiento de mercado que poseen.
Cines
Por otro lado, Gómez Saba considera que los cines, ante la mayor competencia, también se han vuelto muy eficientes.
El mercado de cines en Perú está liderado por Cineplanet, con cerca de la mitad de participación, seguida por Cinemark, Cinestar y UVK, según datos de Apoyo y Asociados.
De acuerdo con el especialista, hay costos fijos pero también hay servicios colaterales relacionados a los alimentos y lo que viene acompañando al cliente (merchandising).
Si bien hace unos años dos empresas representativas de este sector fueron multadas por no permitir a los consumidores ingresar a sus salas de cine con alimentos y/o bebidas adquiridas fuera del establecimiento comercial, las ventas han continuado.
Asimismo, refirió que los canales virtuales han facilitado el servicio de venta, lo que se sumó a los buenos lanzamientos de películas durante año pasado.
“En la misma línea, se está dando una especie de costumbre por el cine peruano, que ha tenido cierto número de estrenos en este lapso analizado”, añadió.
También la expansión de las salas que permite mayor diferenciación, por zonas geográficas y segmentos económicos, precisó.
Esto unido a que es una forma de entretenimiento barata, acotó.
En el 2020
En tanto, Enrique Díaz, presidente de MC&F Consultores, mencionó que, a pesar del menor crecimiento que se tiene como economía, el factor consumo aún no ha cambiado.
“Puede haber bajado el nivel de ingresos que generamos, pero el consumo se mantiene, lo que se refleja en que hablamos de gastos que no son los necesarios sino relacionados a esparcimiento y diversión”, expresó.
El Perú ha vivido el año anterior una etapa de ajuste y aterrizaje, que es característica de períodos de crecimiento menores, sostuvo.
Si la actividad económica retrocede es natural que no se cambie inmediatamente los patrones de consumo, complementó.
Sin embargo, para Díaz, esta situación difícilmente se repetirá en el 2020.
“A medida que el crecimiento vaya cayendo la gente tendrá que echar mano de sus ahorros, endeudarse y eso sí puede afectar su patrón de consumo, empezando por los gastos no esenciales como estos”, precisó.
Señaló que los peruanos continúan gastando lo que han acumulado en períodos anteriores y también lo obtenido mediante financiamientos que, por las tasas bajas que ofrece, les permite una mayor capacidad de gasto temporal.
Hay gastos que se deciden individualmente pero estos son más grupales, por lo que todavía es un fenómeno en transición, acotó.
Las menos rentables
En contraste, los sectores menos favorecidos fueron telefonía y construcción, con rentabilidades de -24% y -14%, respectivamente.
Según Díaz, en el mercado de telefonía hay cada vez más competencia, lo que no permite a las operadoras tener margen para fijar sus tarifas y ajustar precios.
Si bien el sector construcción registró un crecimiento importante en los años previos, con la edificación de oficinas y viviendas, luego se paralizó un poco, comentó.
“Ahora el ritmo no es el mismo, no se genera tanta dinámica”, agregó.