Las empresas de factoring pasaron de tener 11% en participación de mercado a un 23% en los últimos cinco años. (Foto: GEC)
Las empresas de factoring pasaron de tener 11% en participación de mercado a un 23% en los últimos cinco años. (Foto: GEC)

El factoraje, o su anglicismo , es una alternativa de financiamiento en el cual una micro, pequeña y mediana empresa (mipymes) puede obtener liquidez de forma inmediata pasando el cobro de su factura antes de su fecha de vencimiento a una entidad financiera y así obtener liquidez para ejecutar con sus .

Según el Registro Central de Valores y Liquidaciones del Perú (Cavali) hasta marzo del 2021, este instrumento registra un monto acumulado de S/ 43,779 millones financiados mediante factoring, debido a la entrada de nuevos inversionistas.

De esa forma, las empresas de factoring pasaron de tener 11% en participación de mercado a un 23% en los últimos cinco años. Además, existen casi 70 empresas de factoring en Factrack, que están supervisadas por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).

“En el 2020, se negociaron a través de este mecanismo 715,000 facturas creciendo el número en 49 veces los últimos cuatro años. Y en monto, creció 20 veces el monto financiado en el 2016”, resaltó Arturo García Villacorta, profesor de Finanzas de ESAN Graduate School of Business.

Diversos sectores económicos de mipymes solicitan financiamiento a través de factoring. Sin embargo, no todos pueden acceder porque algunas empresas no pasan por buen momento, sobre todo aquellas del sector turismo, gastronomía y recreación, en las cuales las entidades financieras que compran facturas tienen mayor cautela, comenta Percy Augustín, CEO de Digital factoring a Gestión.pe.

Con la entrada en vigencia del reglamento del Título I del Decreto de Urgencia 013-2020, el cual aplica para facturas y recibos por honorarios electrónicos, el proceso de conformidad por parte del deudor se realizará en la plataforma que SUNAT ponga a disposición.

De esa manera, CAVALI obtendrá la información sobre conformidad del deudor a través de la interconexión con SUNAT, requisito para que la factura negociable sea anotada en CAVALI y obtenga la calidad de título valor con mérito ejecutivo. Este cambio, beneficiará al dueño de la factura.

En la actualidad, las facturas comerciales y recibos por honorarios deben registrarse en CAVALI para adquirir la calidad de título valor (factura negociable), siendo el proceso de conformidad o disconformidad por parte del deudor, administrado por CAVALI a través de la plataforma que puso a disposición del mercado en el año 2016.

Sin embargo, todavía no se conoce el reglamento del Decreto de Urgencia que debió estar listo en octubre y por ello, este mecanismo aún no se encuentra implementado.

Se requiere y está en manos del Gobierno emitir el reglamento del DU 013-2020, en lo referente a la factura negociable. “Que se adelante el proceso de conformidad por parte del deudor al mundo SUNAT, es un cambio que va a ayudar a dinamizar el uso de la factura negociable y la economía”, asegura.

Tasas

En cuanto a las tasas, no ha habido un cambio significativo, señala Augustín. Ello se debe a que hay mayor número de empresas que compiten. Por lo tanto, a mayor oferta, baja el precio. El contexto económico pudo provocar que se incremente el precio porque existe un mayor riesgo en las empresas y una caída en la . A pesar de ello, el hecho que haya más entidades financieras ofreciendo factoring, ha permitido que la tasa se mantenga.

Actualmente, el rango de la tasa efectiva mensual es de 1.5% y 2.5%. Las operaciones pueden realizarse entre 20 y 50 días, por lo tanto, las operaciones en factoring son mensuales.

Expansión

En el 2020, después de cinco años de crecimiento, la expansión del factoring se ha contraído por la crisis económica provocada por la pandemia. La mayor parte de empresas que otorgan este financiamiento se encuentran en Lima, además, muchas de ellas se están expandiendo al canal digital para facilitar los procesos.

Sin embargo, en provincias todavía no se logra consolidar. “La necesidad existe, todos necesitamos capital de trabajo, tanto en Lima como en provincias, pero allá no ha terminado de despegar por desconfianza, desconocimiento y falta de infraestructura tecnológica”, indicó.

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