Redacción Gestión

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A pesar de poder domiciliar tus depósitos, debes estar pendiente de los cobros

Todos tenemos muchas cosas que pagar cada mes: el agua, el gas, el celular, la renta o hipoteca, una tarjeta de crédito (o varias), la televisión de paga, entre otras cosas. Cada una de ellas llega en fechas distintas. Entonces es fácil volverse loco o simplemente perder alguna vez algún pago, con los recargos que esto implica. Da mucho coraje.

¿Cómo hacerle para manejarlo?

Hay varias estrategias:

Anotar cada fecha límite de pago en un calendario y ponerlo como si fuera una cita recurrente, con una alerta.

Utilizar una aplicación específica para manejar nuestros pagos, como Chronicle o BillMinder. Son buenas soluciones porque podemos dar ahí de alta todas las facturas que recibimos y su periodicidad (mensual, quincenal, bimestral e incluso fechas específicas). Recibimos alertas, pero también podemos ir llevando un historial de nuestros pagos, incluso adjuntar el comprobante.Algunas de las muchas aplicaciones que nos ofrece el mercado para tener un control de nuestros gastos permiten manejar también transacciones programadas. Aunque en ocasiones la funcionalidad es relativamente simple.

Simplificar al máximo el manejo de las finanzas personales. En este sentido podemos optar por pagar todas las cuentas en el momento que llegan y no esperar hasta la fecha límite. Esto funciona muy bien, pero también tenemos que estar muy al pendiente. A veces no llegan los estados de cuenta y esto —recordemos— no nos exime de nuestra responsabilidad de cumplir con nuestros compromisos de pago en tiempo y forma. Por otro lado, también nos requiere tener un colchón en nuestra cuenta bancaria que nos permita hacerlo sin problemas, aun cuando todavía no hayamos recibido el depósito de nuestro sueldo.

Aprovechar los beneficios de la domiciliación (aunque no todas las empresas ofrecen el servicio, desafortunadamente). Hay personas que le temen a esto porque piensan que algunas compañías les podrían cobrar de más, o bien que en caso de una aclaración, el proceso de obtener una devolución podría ser cuesta arriba, por el hecho de que el pago ya se realizó. En mi experiencia particular, el problema puede ser justo el contrario: que por alguna razón el banco rechace el cobro y éste no se realice en la fecha prometida. Ni los bancos ni las empresas nos suelen avisar de este hecho y por lo tanto solemos darnos cuenta cuando nos llaman porque no hemos pagado, cuando nos cortan un servicio o cuando recibimos cargos adicionales. Esto puede ser muy delicado en pólizas de seguro, porque la cobertura cesa automáticamente si el pago no se hace en tiempo.

Por todo lo anterior, a pesar de que contratemos la domiciliación, tenemos que estar pendientes de que el cobro se realice, por lo que seguimos teniendo necesidad de llevar un adecuado control de nuestras cuentas.

¿Qué hago yo? Una mezcla de todo. Utilizo Chronicle en mi computadora (y en mi celular) y pongo ahí todo: los pagos que tengo que hacer, pero también los que tengo domiciliados. Entonces cuando recibo la alerta, me aseguro de que el pago sí fue realizado correctamente. Además busco no complicarme la vida y hago pagos sólo un par de veces en el mes (no espero hasta la fecha límite). Un sistema que me funciona muy bien.

Para llevar mi presupuesto —y un control de mis gastos— utilizo la aplicación You Need a Budget, que desde hace muchos años me cambió la vida. Me enseñó cómo llevar un presupuesto que de verdad funciona y un proceso de toma de decisiones a priori, no un análisis a posteriori como lo ofrecen casi todas las demás soluciones.