El objetivo de la exposición de la doctora Roa fue mostrar instrumentos para hacer exitosos los programas de educación financiera y mejorar los comportamientos financieros, tomando en cuenta el proceso de toma de decisiones.

¿Cómo influyen la educación y comportamiento en la toma de decisiones?

Según los psicólogos, el proceso de toma de decisiones consiste en que las personas busquen información, la procesen y después tomen decisiones; es por esto que la doctora Roa utiliza los principales resultados de psicología de la personalidad y de economía del comportamiento para mostrar los instrumentos adecuados a cada persona.

La economía del comportamiento rechaza el supuesto de que las personas siempre somos capaces de analizar toda la información disponible para tomar decisiones que maximizan nuestra utilidad. En particular, se han identificado los siguientes atajos que frecuentemente utilizamos para adquirir información que sirve para tomar decisiones: la disonancia cognitiva, que se refiere a cuando sólo tomamos la información que refuerza lo que ya creemos y desechamos la información que pone en conflicto lo que creemos; la ilusión del conocimiento, que es cuando creemos que entre más información tenemos, tomamos las mejores decisiones; la conformidad de grupo, referente a que seguimos el comportamiento de la mayoría, y los excesos de confianza, relativos a la toma de decisiones influenciadas por estar expuestos a estados de entusiasmo.

La psicología de la personalidad estudia el efecto de las características no cognitivas o de personalidad. La clasificación que hace de la personalidad es: apertura a nuevas experiencias, diligencia, extroversión, amabilidad e inestabilidad emocional. Roa menciona, con base en estudios realizados a nivel mundial, que las habilidades cognitivas y los aspectos psicológicos indican el comportamiento financiero de las personas. Pero una característica importante de los aspectos psicológicos es que son más fáciles de modificar que los cognitivos.

Por lo anterior, para la enseñanza de la educación financiera y la mejor toma de decisiones financieras, recomienda realizar encuestas base como primer paso para identificar qué hace la gente y qué determina lo que hace. Propone que la enseñanza debe ser segmentada, pensando en que los individuos tienen capacidades cognitivas distintas; intentar que cuando se quiera dar información ésta sea sencilla, y que las opciones sean pocas para el mejor análisis de la información.

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