Redacción Gestión

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Los gastos hormiga, la falta de disciplina en la contabilización del gasto y la poca planeación del presupuesto son una oportunidad para generar importantes espacios de ahorro.

Discutiremos acciones sencillas para encontrar oportunidades de ahorro por medio de una mejor administración de los gastos del hogar.

La principal excusa para no ahorrar es el argumento de no contar con suficientes recursos para cubrir los gastos personales o de la familia, pero, ¿esto es necesariamente cierto?

Los gastos hormiga, la falta de disciplina en la contabilización del gasto y la poca planeación del presupuesto son una oportunidad para generar importantes espacios de ahorro.

¿Qué son los gastos hormiga?Son gastos generalmente pequeños e inesperados realizados en efectivo o con tarjeta bancaria. Sin embargo, al acumularlos, representan importantes montos de nuestro presupuesto.

Existen diferentes tipos. Por un lado, aquellos que tenemos al volvernos clientes frecuentes de su consumo (café, cigarros, etcétera). Hay otros que surgen al adquirir bienes y servicios (comisiones, recargos adicionales). Y algunos otros que son resultado de la mercadotecnia y la moda (artículos que sólo adquirimos porque estaban en promoción o a meses sin intereses).

Una de las formas más adecuadas de controlar los gastos hormiga es la planeación de un presupuesto del gasto familiar.

¿Por qué es importante planear un presupuesto en el hogar?En primer lugar, porque nos permite reconocer las cosas que realmente necesitamos de entre todo lo que terminamos por comprar.

En segundo, porque reconocer lo que necesitamos comprar nos permite elegir el mejor tiempo, modo y lugar para hacerlo.

Finalmente, podemos establecer metas y límites para no excedernos del presupuesto.

Por dar un ejemplo, se puede comparar el precio de un artículo que típicamente se compra en establecimientos como las tiendas de esquina, con el precio que significaría comprar la misma cantidad en paquetes de varias unidades en un supermercado, con lo que podemos generar importantes ventanas de ahorro.

Además, al reconocer por anticipado nuestras necesidades de compra, podemos evaluar si las comisiones, recargos y gastos adicionales que conllevan su consumo son realmente beneficiosos. Puede preguntarse, por ejemplo: ¿es importante comprar todos los servicios de un paquete de Internet, televisión y telefonía si sólo utilizo Internet?, ¿debería pagar más por asistencia 24 horas internacional en la tarjeta de crédito si no suelo viajar fuera del país?

Crear un presupuesto de los gastos del hogar es un ejercicio que requiere de disciplina, pero del que en poco tiempo se reconocen sus ventajas. No se trata de consumir menos, es un ejercicio para consumir mejor.

Diario El Economista de MéxicoRed Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)