De acuerdo a datos del INEI hasta el 2019 -año previo a la llegada del COVID- el país albergaba más 1.6 millones de empresas familiares e -incluso- 6 de cada 10 empresas familiares tenía una fuerza laboral superior a 100 colaboradores. Con la pandemia, ¿qué cambios e impactos generó en este tipo de organización empresarial?
César Cáceres, director del Centro de Investigación de Familias Empresarias de la Universidad de Piura (UDEP), dijo que -de acuerdo a una pesquisa realizada a nivel global durante la pandemia en la que también participó Perú y otras 74 países- reveló que las empresas familiares han mostrado resiliencia ante la pandemia.
Lo que implica que las empresas familiares -según la pesquisa- tenían 42% más de probabilidades de implementar estrategias de transformación empresarial en relación a las empresas no familiares.
A lo que se suma, que las empresas familiares con varias generaciones en el negocio tenían 45% más probabilidades de implementar estrategias de transformación empresarial que las empresas familiares de una sola generación.
“Esto ultimo está más relacionado con el nivel de maduración de la empresa. Se supone que una empresa con dos generaciones en el negocio es más madura que una empresa familiar de una generación”, acotó a Gestión.
En esa línea, agregó que otro hallazgo estuvo relacionado al ejercicio de la paciencia, es decir, el COVID fomentó la adopción/diseño de planes a largo plazo para mantener el legado (el negocio) vigente.
“Las empresas familiares se centran en proteger sus planes de sucesión para que el legado continúe. La mentalidad a largo plazo ha permitido a las empresas familiares comprender el impacto del COVID en sus negocios con miras adoptar planes de contingencia a largo plazo”, precisó.
Ante ello, el especialista identificó cuatro impactos/cambios que trajo el COVID en las familias empresarias peruanas:
1.- El resurgimiento de nuevas empresas familiares. “El COVID ha despertado el surgimiento de muchos emprendimientos familiares, tomando en cuenta -también- que muchos peruanos se quedaron sin trabajo”, precisó.
2.- Cambió una costumbre histórica. Ocurre que las empresas familiares tradicionales -refiere el especialista- generalmente retrasan muchísimo entregar las riendas del negocio a las nuevas generaciones, debido a que son adversos al riesgo.
No obstante, a raíz del COVID, muchas empresas familiares se han visto en la necesidad de involucrar a las nuevas generaciones de forma más temprana al negocio. “Ello ocurrió por dos motivos: debido a que son nativos digitales y entienden mucho mejor los medios digitales para llegar a los nuevos clientes y -a su vez- entienden las necesidades/demandas de los nuevos clientes, al estar más activamente en las redes sociales mientras que los fundadores de negocio no tienen ese conocimiento”, mencionó.
3.- Mayor responsabilidad de las empresas familiares para colocar “al mejor” en los cargos gerenciales/dirección y ya no -al menos que sea el mejor- a los herederos directos.
“Lo que se busca es evitar que el negocio quiebre. Lo que está pasando -ahora- es que en las empresas familiares hay un involucramiento de CEO no familiares e incluso miembros de directorios fuera del ámbito familiar. Eso no pasaba antes”, añadió.
4.- Se mantuvo la inversión en investigación y desarrollo lo que es un inversión a futuro. “Muchas empresas familiares -la más grandes- lo han mantenido”, puntualizó.
-Las claves para que perduren en el tiempo-
Un reto que ha generó el COVID es la necesidad de que las empresas familiares perduren en el tiempo y que -sobre todo- pasen a la tercera generación.
“Si bien el 70% de las empresas en el mundo son familiares, apenas el 13% de ellas han sido capaces de trascender a la tercera generación ante la ausencia de una estructura/base que permita esta transición”, refirió la planificadora financiera familiar, Elaine King.
Es así que la especialista presentó -el último martes- su libro denominado “Los 10 mandamientos de las familias empresariales” que tiene como propósito ser una guía/orientación de las empresas familiares para que perduren en el tiempo y logren llegar a la tercera generación.
Estos son los 10 mandamientos y/o recomendaciones que plantea la experta en finanzas familiares:
1.- Valorarás a tu familia respetando al mismo tiempo la individualidad de cada miembros. “Lo que se recomienda es que al interior de las empresas familiares se mantenga la independencia y autonomía de cada miembro”.
2.- Cumplirás el código de conducta familiar para evitar la ruptura entre los miembros. “Lo que se sugiere es contar con políticas internas para que no existan rupturas, que suelen ser más profunda que la pérdida del negocio”.
3.- Honrarás y protegerás a toda costa el legado de tu familia. “Lo que se aconseja es cuidar el legado (que es el negocio familiar), que se hace en base de programas de educación y de mentoría empresarial”, comentó.
4.- Transformarás el capital familiar con tus propias manos. “Se debe impulsar/promover un incentivo para que las nuevas generaciones innoven y promuevan el crecimiento del negocio”.
5.- Impulsarás las finanzas familiares en el presente y crearás oportunidades para al futuro. “Con ello lo que se propone es que las nuevas generaciones crean/innoven alrededor de la empresa matriz”.
6.- Definirás positivamente la sucesión de la empresa para el bienestar de la familia. “Esta es una de las razones porque las empresas familiares no perduran en el tiempo debido a que no hay un plan de sucesión”, añadió la especialista.
Al respecto, precisó que el sucesor no tiene que ser necesariamente un miembro de la familia, sino que debe definirse cómo se hará la elección para elegir al mejor, que puede ser del entorno familiar o externo.
7.- Promoverás el bien colectivo, corporativo y familiar por encima de tu interés individual. Ello debido a que -acotó- en las empresas familiares algunos de sus miembros suelen aprovecharse para crear su propia empresa y dejar de lado el negocio familiar.
“La recomendación es promover la creación de empresas que se ayuden entre sí y no que sean competencia”, mencionó.
8.- Te enfocarás en abordar y resolver los conflictos familiares.
“El reto es hacerlo con planes de comunicación, evitando el chisme o el conflicto”, remarcó.
9.- Impactarás con innovación y sostenibilidad en tu comunidad.
10.- No contratarás por relación sino por competencia y experiencia.
“Lo que se busca con ello es evitar que se contrate a un conocido/amigo sino aquellos que tengan las competencias para el cargo y pueda sostenerse en el tiempo. Las empresas familiares deben profesionalizarse”, puntualizó.
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