(Foto: Pixabay)
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En el Perú la penetración de los seguros representa tan solo el 1.7% de PBI, porcentaje que además de ser bajo cubre a muchos negocios.

"Sin embargo, contar con un adecuado programa de seguros no resuelve del todo los problemas, puesto que por más que se cuente con una póliza de seguros adecuadamente estructurada, para recibir la indemnización podrían pasar varios meses", señala Gerbo Pacchioni, director de Riesgos Generales de .

Frente a esta situación, es muy importante desarrollar una cultura de identificación, evaluación, control, eliminación y/o mitigación de riesgos, que se vuelve un factor clave de éxito que puede aumentar drásticamente la probabilidad de salir adelante frente a un evento perjudicial.

Todo negocio que tenga desarrollada una cultura de riesgos debe seguir los siguientes pasos:

1. Identificar los Riesgos
Esta etapa es una de las más importantes pues debe contemplar no solo los riesgos actuales, sino que también debe proyectar cuáles podrían ser los riesgos futuros, de acuerdo al plan estratégico que todo cliente responsable debe desarrollar.

"Asimismo, identificar los riesgos también implica contemplar los riesgos no transferibles a través del mercado asegurador, como el daño a la imagen, variación del tipo de cambio, fluctuaciones en derivados y futuros, entre otros", menciona Pacchioni.

2. Evaluación de Riesgos
Una vez identificados los riesgos que enfrenta el negocio, es momento de evaluar los mismos desde un enfoque de severidad y frecuencia. En este punto es importante priorizar los riesgos que pueden ser severos y frecuentes a la vez, pues su impacto podría hacer quebrar a una compañía.

3. Control de Riesgos
Una vez identificados y evaluados los potenciales riesgos, es momento de tomar acciones frente a los mismos, priorizando aquellos con más probabilidad de ser severos y frecuentes.

El ejecutivo de Aon Perú refiere que en este punto existen principalmente 03 alternativas de acción:

a. Eliminar aquellos riesgos que sean posibles, como por ejemplo decidir mudar el almacén principal a una zona industrial alejada del mar, eliminando de esta manera el riesgo de Tsunami.

b. Reducir aquellos riesgos que sean posibles controlar, como por ejemplo a través de la implementación de un sistema de alarma y sensores de movimiento que frente a una intrusión, podrían reducir al activarse, la probabilidad de que ocurra un robo.

c. Transferir aquellos riesgos que a pesar de tomar todas las medidas de mitigación posibles, aún exista la probabilidad de que ocurra un evento perjudicial, como por ejemplo el comprar una póliza contra robo y/o asalto.

Concluida la identificación, evaluación y control de los riesgos, es momento de elaborar un plan de acción frente a los riesgos de mayor impacto y frecuencia que se ha decidido transferir, por ejemplo a través de un programa de seguros, para poder tener una respuesta más eficiente en caso ocurran estos eventos.

Por lo tanto, la estrategia post siniestro debe tener 02 importantes etapas:

1. Plan de Emergencia: enfocado en capacitar al equipo de primera intervención luego de ocurrido un siniestro. Este plan debe contemplar entre otras puntos, la implementación de un comité de crisis, la actuación de las brigadas contra incendio, los planes de evacuación, la elección de un único vocero que se comunicará con los medios de ser necesario, entre otros.

2. Plan de Recuperación y Plan de Continuidad del negocio: que tienen la finalidad de restaurar las funciones críticas que hayan podido ser total o parcialmente interrumpidas después de un desastre. La idea de este plan es tener preestablecidos los rumbos de acción que permitan recuperar la operatividad del negocio en el menor tiempo posible.

En conclusión, antes de transferir un riesgo a través de un programa de seguros, es recomendable primero identificar, evaluar y controlar (eliminar y/o reducir) los riesgos, para luego implementar planes de Emergencia y Continuidad que permitan recuperar los negocios en el menor tiempo posible.