En el marco de la I Convención Nacional de Afores en México, tuve la oportunidad de asistir a la conferencia de Myron Scholes, premio Nobel de Economía 1997, quien se hiciera acreedor a dicho premio por haber desarrollado un (entonces) nuevo modelo para valuar instrumentos financieros derivados.

Por la naturaleza de la conferencia, las características del expositor y el tema abordado, se trató de una presentación técnica y compleja, pero cuya lección de fondo es sorprendentemente dura y precisa, con implicaciones que rebasan el mero ámbito de los profesionales la planeación de las inversiones financieras.

A riesgo de sobresimplificar, Scholes abordó algunos peligros inherentes a planear y tomar decisiones considerando los promedios de cualquier información; evitar seguir haciendo proyecciones con base en información histórica y sin atender nuevas condiciones en las que se presentan situaciones antes pocos probables, que ahora se vuelven frecuentes y, la necesidad de revisar el concepto de diversificación del riesgo.

Respecto del primer tema, me recordó a un querido y respetado jefe, Javier Beristain, que nos advertía a sus colaboradores del peligro de analizar con base en promedios, refiriéndonos el hipotético caso de una persona que le preguntan cómo se siente y, como tiene la cabeza en el horno y los pies en el congelador, contesta que "en promedio bien".

De la misma manera, tratándose de decisiones financieras, con frecuencia se nos exponen múltiples productos que nos presentan resultados en promedio favorables. Pero en estos casos, el promedio puede ocultar condiciones extremas probables, cuyo resultado puede ser extraordinariamente negativo en caso de presentarse. Imaginemos el caso de un instrumento de inversión que se nos señala en promedio estar teniendo un rendimiento de 4% anual, pero que ha presentado algunas observaciones con rendimientos negativos, esto es, con pérdida.

Y aun cuando sea poco probable en promedio que aparezca esa pérdida, de producirse, el efecto para un inversionista típico implicaría en muchos casos salir de la inversión.

Por otro lado, en un entorno globalizado y complejo, observamos cómo condiciones económicas coyunturales en otras partes del mundo pueden generar afectaciones bruscas a nuestra propia economía en temas como el nivel de las tasas de interés o el tipo de cambio. Las condiciones actuales son, en muchos sentidos, completamente diferentes de lo ocurrido en el pasado y es por ello inadecuado únicamente guiarnos por la estadística pasada para analizar lo que ocurrirá en el futuro.

Por lo que se refiere el concepto de diversificación del riesgo, este típicamente se expresa refiriéndose al dicho de "no poner todos los huevos en una misma canasta". El principio es que, si invertimos los recursos en distintos instrumentos de inversión, estamos reduciendo el riesgo porque están en diferentes canastas; sin embargo, en su conferencia, Scholes indica que el principio es sólo parcialmente cierto porque si diversificamos los huevos en cinco canastas, pero cargamos las cinco canastas en un solo brazo y tropezamos, por muy repartida (diversificada) que esté la inversión, se sufrirá un quebranto. Y nuevamente haciendo referencia a un entorno globalizado, la afectación de variables financieras que en el pasado no se consideraban relacionadas hoy pueden afectar de manera simultánea las inversiones, aun cuando se encuentren en "canastas separadas".

Entender en lo general estos planteamientos complejos resulta fundamental para los inversionistas y ahorradores, que hoy deben tomar precauciones extras para asegurar que sus recursos no sólo alcanzarán un retorno adecuado en el tiempo, así como para asegurar que están cubriendo adecuadamente contra los potenciales riesgos de los mercados financieros; pero sobre todo, la reflexión de Scholes deja una enorme responsabilidad en el sector financiero y su autoridad regulatoria, para establecer mecanismos que permitan garantizar el adecuado y más eficiente manejo de las inversiones del público ahorrador.

Diario El Economista de MéxicoRed Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)