(Foto: GEC)
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En los 33 meses de vigencia de la ley que permite el retiro del 95.5% del fondo de jubilación, cerca de 154,000 personas lo han hecho mediante el Régimen de Jubilación Anticipada (); es decir, antes de la edad legal de jubilación, poniendo en riesgo su soporte económico después de los 65 años de edad. Ese número representa el 68% de las personas que hasta la fecha decidieron retirar el 95.5% de su fondo.

Es así que este grupo de personas han retirado en total S/ 7,248 millones, que representa el 40% del total retirado. Cabe precisar que este grupo no son considerados como jubilados, ya que, al retirar todo su fondo, ya no acceden a una pensión del sistema ni a otros beneficios como la exoneración predial.

, presidenta de la Asociación de AFP (), sostiene que dicha norma, que permite que las personas desempleadas por 12 meses consecutivos (mujeres a partir de los 50 años y hombres desde los 55 años) puedan jubilarse o retirar su dinero de manera anticipada, fue aprobada en un contexto en el que se buscaba una solución a los altos niveles de desempleo como consecuencia de la crisis internacional del 2008 y 2009.

“Sin embargo, actualmente, el nivel de desempleo en las personas que aplican al ha disminuido considerablemente, por lo que efectuar una prórroga a una medida que fue diseñada como una solución a corto plazo no tiene razón de ser”, agregó.

También señaló que el efecto que trae el REJA es que el afiliado disponga libremente del poco fondo que ha acumulado antes de la edad legal de retiro (65 años), y deja a su suerte su autosostén por unos 30 años más”, comentó Prialé.

Riesgos del REJA para el jubilado
Las personas que se acogen al REJA enfrentan varios riesgos que, a largo plazo, afectaría su nivel de vida en la tercera edad.

Según Piralé, presidenta de la , el primero es que renuncian al beneficio de rentabilidad que brinda el sistema, ya que una persona que se retira a los 50 años o 55 años dejaría de percibir un incremento en su fondo de 128% o 73% respectivamente, en caso de jubilarse a los 65 años. Esto solo por el efecto de rentabilidad, sin considerar con aportes dentro de dicho periodo.

La longevidad es otro riesgo a considerar, ya que, debido al aumento de la esperanza de vida, los adultos mayores tienen la necesidad de financiamiento por un periodo de tiempo más largo. Finalmente, el afiliado puede enfrentarse al peligro de perder el integro de su dinero al invertir de manera equivocada su fondo, quedando totalmente desprotegido para su futuro. Ello como consecuencia de la poca cultura previsional y educación financiera que existe en nuestro país.