Es un fenómeno global que combina el atletismo con el dramatismo y la puesta en escena de una obra teatral. Eso es el World Wrestling Entertainment (WWE), cuya sede se encuentra en Connecticut, Estados Unidos.

La magnitud del negocio liderado por Vincet McMahon –propietario, administrador y director ejecutivo– es tal que ha comprado y absorbido a sus principales competidores directos como World Championship Wrestling (WVW) y Extreme Championship Wrestling (ECW).

La otra cara de la moneda
Para los no tan fanáticos, la WWE es una empresa de entretenimiento deportivo, la cual posee servicios multimedia como televisión, estudios de realización y eventos en vivo relacionados con la promoción de lucha libre profesional.

Paul Levesque –más conocido como Triple H– es vicepresidente de obras y relaciones artísticas de la organización. Este posee aproximadamente un 70% de la economía de la empresa, cuyas acciones se encuentran en la Bolsa de Nueva York.

Los réditos de la WWE –la mayor parte de ellos, mejor dicho– provienen de la licencia de productos, así como de la distribución de películas y música. Entre las marcas que tiene la firma se encuentran WWE Network, WWE Studios, WWE Books, WWE Music Group, WWE Monday Night Raw, WWE SmackDown Live, WWE NXT Wrestling, WWE 205 Live, WWE Main Event, WWE Superstars, WWE Performance Center y WWE Home Video.

Ingresos millonarios
En enero pasado la empresa dio a conocer los resultados financieros que el 2017 le dejó, los cuales aumentaron un 10% respecto al 2016.
La firma facturó US$ 801 millones el año pasado, siendo la retribución más alta de la WWE en su historia, de acuerdo al portal Solo Wrestling.

Incluso el beneficio antes de impuestos de la entidad se incrementó un 36% hasta llegar a los US$ 75.6 millones. Se detalló también que tan solo en el tercer trimestre del año pasado el ingreso operativo fue de US$ 27 millones.

Por otro lado, se llegó a un acuerdo de distribución de contenido plurianual en Francia, Japón, Corea del Sur, Australia, Filipinas, en África Subsahariana, entre otros.

“En el 2017, la WWE logró resultados financieros récord. Nuestras métricas operativas demuestran la fortaleza de nuestro contenido y marcas en todo el mundo, que nos posiciona de forma positiva para lograr nuestros objetivos a largo plazo”, dijo McMahon mediante un comunicado.

El mandamás de la empresa señaló que continuarán enfocándose en crear contenido atractivo para múltiples plataformas, aprovechando el análisis de datos y oportunidades internacionales para impulsar su crecimiento.

Presencia digital
La WWE consiguió buenos resultados en su contenido digital, que tuvo un aumento en alcance del 32%.

Por ejemplo, las visitas en las redes sociales aumentaron un 4%, unos 1.2 millones de usuarios más respecto al año anterior, informó Forbes.
Por otro lado, el canal de YouTube de la firma se mantuvo como el canal de deportes más visto en el mundo, y el segundo medio en general con 20 mil millones de visualizaciones.

La publicación nombró a Wrestlemania como una de las 10 marcas de eventos deportivos más valiosas del mundo por cuarto año consecutivo, junto al Super Bowl, los Juegos Olímpicos, la Copa Mundial de la FIFA y la final masculina de la National Collegiate Athletic Association (NCAA).

Los primeros de la lista
La WWE no podría tener éxito sin la performance de las estrellas que pasan por el cuadrilátero.

Entre ellos se encuentran Brock Lesnar (campeón universal y el mejor pagado con US$ 12 millones), John Cena (US$ 8 millones), Roman Reigns (US$ 3.5 millones), Aj Styles (US$ 2.4 millones) y Seth Rolling (US$ 2 millones).

Cabe indicar que el consumo de figuras de acción de personajes de la WWE fue número 1 en ventas en los Estados Unidos, por encima de Star Wars y los Avengers de Marvel.